El secretario del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Anthony J. Blinken, contactó directamente al presidente de la República, Nayib Bukele, para expresar su preocupación por la decisión de la Asamblea Legislativa de remover a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el fiscal general, Raúl Melara.
A través de un tuit publicado esta mañana, el jefe de la diplomacia estadounidense urgió al mandatario salvadoreño a respetar la separación de poderes, que es la base de la gobernancia democrática.
Además, calificó la acción de la Asamblea Legislativa como un movimiento para quebrantar la Sala de lo Constitucional y el fiscal general.
Hablé hoy con el presidente salvadoreño Nayib Bukele para expresar mi seria preocupación por el movimiento de ayer para quebrantar al máximo tribunal y al fiscal general Melara. La gobernancia democrática requiere respeto a la separación de poderes". Anthony J. Blinken, secretario del Departamento de Estado de EE.UU.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, confirmó la conversación telefónica entre el diplomático estadounidense y el presidente Bukele, en la que aseguró hablaron sobre la preocupación del gobierno de Estados Unidos por la remoción de los cinco magistrados de la Sala, José Óscar Armando Pineda Navas, Aldo Enrique Cáder Camilot, Carlos Sergio Avilés Velásquez, Carlos Ernesto Sánchez Escobar, y a la magistrada Marina de Jesús Marenco de Torrento.
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Blinken también le expresó similar inquietud sobre la destitución del fiscal general Raúl Melara, "quien está combatiendo la corrupción e impunidad y es un socio efectivo en los esfuerzos para combatir el crimen tanto en Estados Unidos como en El Salvador", añadió Price.
La Asamblea, de mayoría oficialista, aprobó con 64 votos a favor destituir a los cinco magistrados propietarios y cuatro suplentes de la Sala, así como al fiscal general de la República. Inmediatamente, además, eligió nuevos funcionarios para reemplazarlos en la misma plenaria, que se extendió por más de seis horas.
La acción de la Asamblea provocó una amplia condena nacional e internacional por parte de organizaciones de la sociedad civil, jueces, abogados y la comunidad diplomática, incluyendo a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
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Los magistrados de la Sala declararon "inconstitucional" la decisión de la Asamblea y denunciaron la intención del gobierno de suprimir el control de los otros poderes; mientras que la minoría opositora denunció el cometimiento de un Golpe de Estado.
Mientras la Asamblea estaba reunida, la misma noche del sábado, altos funcionarios estadounidenses y congresistas advirtieron que las relaciones con El Salvador pueden deteriorarse.
"Así no se hacen las cosas", tuiteó Juan González, asesor para América Latina del presidente Joe Biden.
"Una fuerte relación EEUU-El Salvador dependerá de que el gobierno de El Salvador respete la separación de poderes y se someta a las normas democráticas", dijo de su lado en Twitter, Julie Chung, secretaria en funciones del departamento de Estado para el Hemisferio Occidental.