A los 13 minutos, Messi clavó un zurdazo de penal, bien esquinado junto a un poste, anque el guardameta Alexander Domínguez alcanzó a manotear la pelota.
Banderas de aliento al goleador histórico de la Albiceleste fueron colgadas en las tribunas de la Bombonera y un sistema de 30 altavoces difundió grabaciones de estribillos entonados por la hinchada argentina, para poner al menos pasión de fantasía en un estadio huérfano de emociones en la cancha y en las gradas.
Argentina jugará el martes próximo frente a Bolivia en la La Paz (3.600 metros de altitud) y Ecuador recibirá a Uruguay en la también elevada Quito (2.850 metros).