El delantero nacional, Erick Rivera, dio a conocer su punto de vista en el programa de televisión “Fanáticos Plus” acerca de la suspensión de manera indefinida por FIFA, debido a que salió positivo al test antidoping tras suministrarse una sustancia prohibida por el mismo ente, Clostebol, para contrarrestar los efectos de un tatuaje antes del partido de la octagonal final ante Canadá en Toronto en septiembre pasado.
Rivera explicó que con su abogado investigaron acerca de la sustancia de clostebol y sobre la crema que se aplicó para aliviar el dolor, pero llegaron a la conclusión que la única sustancia que dicha pomada contenía era Clometazol, diferente y que no es prohibida por FIFA a la mencionada, pero cuando platicó con el doctor de la selección nacional, Francisco Oseas, cesado de su cargo, no le dio mayores explicaciones.
“Mi abogado se dio cuenta que la crema que estaba ocupando nada que ver con el Clostebol, la crema nada más tiene una sustancia que se llama Clometazol, y averiguamos y no tenía nada que ver con el Clostebol, platiqué hace mucho con Oseas y él me dijo que era un derivado y hasta ahí, luego iba a reclamarle, pero mi abogado me detuvo”, expresó el delantero nacional.
Sobre el tema, Rivera no estuvo de acuerdo con las declaraciones del presidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), Hugo Carrillo, en el sentido que no quería que esta información se diera a conocer, asimismo, que el doctor Oseas, estuvo involucrado en el caso de dopaje.
“En la federación, un día después que a mí FIFA me notifica por correo que estaba castigado parcialmente me presenté a la federación, ese día no llegamos a una conclusión porque en ese momento no recordaba haber utilizado esa crema, entonces el día siguiente me volvió loco recordando que podía haber sido, pero yo siempre he ingerido Coca Cola y Café, mis amigos saben eso, jamás he ocupado esas sustancias, incluso en Bolivia me hicieron de dos a tres dopings y nunca me salió nada”, argumentó Rivera.
El delantero cuscatleco también aseveró que FESFUT habló sobre un tema delicado que un día antes de la convocatoria a selección nacional ante Canadá, realizó un partido con Santa Tecla FC ante A.D. Chalatenango se lesionó el tobillo y para paliar ese dolor, el doctor Oseas lo infiltró.
“Estando en la selección platiqué con Hugo Pérez y él me dijo que quería contar conmigo y si yo quería yo podría estar ahí, dos días después de mi lesión, platicando con el doctor Oseas, llegamos a una conclusión que él me infiltró, soy consciente que acepté, fue mi error”, comentó el ariete nacional.
Ante esta situación, Rivera dijo que ha estado recogiendo información para conocer acerca de estos casos de dopaje por eso retrasó su audiencia, determinada para el 21 de diciembre del año pasado y pasará a inicios de este mes, pero de acuerdo a la normativa de FIFA la sanción relacionado a esta temática son cuatro años, pero el ariete nacional espera reducir la pena.
Por su parte, Rivera comentó que ha recibido respaldo de Santa Tecla FC, por el hecho de no dejarlo abandonado al recibir un mes de salario, asimismo, del técnico nacional, Hugo Pérez, con el tema de sacar una VISA, pero dijo que la FESFUT no lo permitió para no interferir en el cumplimiento del reglamento.
Rivera también dijo que esta situación es la primera vez que le ocurre en 10 años de carrera profesional, debido a que en Bolivia le realizan cada dos o tres veces el examen antipdoping, pero nunca ha salido positivo, por lo cual, espera afrontarlo de la mejor manera al lado de sus seres queridos.
“Es bastante complicado, no ha sido nada fácil, he salido adelante, ahí ha estado mi familia, amigos compañeros de trabajo, no es la mejor, pero si me ha ido bastante mal, pero vamos adelante, ojalá se busque salir adelante que el fútbol salvadoreño crezca como tiene que crecer, en Bolivia fue bonito saber cómo te tratan”, expresó Rivera.