El argentino Lionel Messi pasó una vergüenza en China al momento de visitar a un grupo de niños pertenecientes a un club juvenil.
Una televisora local contrató al astro del Barcelona para que sorprendiera a los jóvenes y compartiera un breve momento con ellos.
Sin embargo cuando Messi saludaba uno a uno a los niños que no ocultaban su felicidad, Li Boxi, integrante de la plantilla, se negó a darle la mano a “la Pulga” por ser aficionado del Real Madrid.
Al darse cuenta de dicho acto, el hombre encargado de guiar a Messi por los camerinos del club levantó al joven para que saludara como era debido al futbolista y se fotografiaran juntos.
Ante la ola de críticas que recibió por su acción, al muchacho no le quedó más que reconocer su falta y disculparse.
"Quiero pedir disculpas. Sé que es de mala educación darle la mano a una persona y no ponerse de pie. Para ser una estrella del fútbol tengo que ser mejor persona. Voy a tratar de mejorar mis defectos", dijo Li Boxi.
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