El pasado 18 de septiembre, los jugadores del Sonsonate se sentaron en la cancha antes de iniciar el partido contra el Chalatenango por la fecha 10, en protesta tras la deuda salarial de casi dos meses, pero dos días después la dirigencia resolvió abonándoles un mes con los ingresos de las taquillas.
Quien no recibió el mes completo fue el entrenador Rubén da Silva, a quien solo le cancelaron 15 días, con una promesa de pago pactada para el próximo lunes.
El técnico uruguayo, que ha tenido una buena campaña con el equipo, al situarse en el segundo puesto en la clasificación, producto de 5 triunfos, 4 empates y 2 derrotas, manifestó que de no cancelársele optaría por dejar al equipo. “Esperemos que no se tire a la borda todo lo que hemos hecho por el tema económico”, dijo al periodista Guillermo Hernández.
“(El profesor) manifestó que le hicieron promesa de pago el lunes y dijo que, de no hacerlo, el martes estaría dejando el equipo”, indicó el periodista.
Según el presidente de la Fesfut, Hugo Carrillo, la Federación puede actuar en estos casos, cuando la deuda se extienda a 60 días y este caso la directiva ya canceló un mes. De persistir esta situación en los meses siguientes, la Fesfut podría descenderlo administrativamente por incumplir el acuerdo de los 60 días.