A propósito del premio Golden Boy, que exhibió en el juego ante Leganés para todo el público, Lamine Yamal concedió una entrevista al periódico Marca, donde hace varias confesiones.

En menos de un año, Lamine Yamal ha pasado de ser un chico más en su barrio a convertirse, con solo 17 años, en uno de los futbolistas más elogiados del mundo. Pese a las comparaciones con leyendas como Messi, Yamal mantiene los pies en la tierra, enfocándose únicamente en disfrutar del fútbol, lejos del ruido mediático que lo rodea.

“Me han pasado muchísimas cosas de golpe siendo joven. Pero siempre trato de tomármelo con calma y mantener los pies en el suelo. Mi carrera acaba de comenzar...”, aclara.

Luego habló de dónde guarda los trofeos que ha ganado: “De momento están en casa de mis padres. Al final ellos son los que siempre me apoyan y están conmigo. Cuando recibo premios como este Golden Boy, yo se los doy a ellos como un regalo en agradecimiento”.

Al preguntarle sobre el Balón de Oro, dijo que “no es algo que me obsesione. Primero tengo otros sueños por cumplir como ganar una Champions, o ganar un Mundial. Si algún día gano el Balón de Oro será consecuencia, primero, de haber logrado esos objetivos colectivos. Pero claro, sería bonito”.

Tampoco podía faltar el paralelismo con la carrera de Messi. “Que me comparen con Messi es un honor, pero yo intento escribir mi propia historia. Messi es el mejor de la historia, yo todavía estoy dando mis primeros pasos. Esas comparaciones a veces no ayudan”, se justifica. Y además de Lionel, menciona a Neymar y Ronaldinho como sus principales referencias.