El 14 % de los hogares salvadoreños tiene ingresos por debajo del costo de la canasta básica alimentaria (CBA), reveló un estudio publicado este lunes por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Después de los contagios de covid-19, la mayor preocupación de las personas se centró en el alto costo de la vida a partir de 2020, cuando la inflación comenzó a subir aceleradamente al mismo tiempo que los ingresos de las familias cayeron por la destrucción del empleo, destaca el reporte titulado Panorama y perspectivas de la seguridad alimentaria en Centroamérica, República Dominicana, México y Haití.

A la crisis del coronavirus pronto se sumaron las disrupciones a las cadenas globales de suministro y los países con mayor dependencia de las importaciones, como El Salvador, se vieron más afectados.

El impacto directo lo sintieron los hogares con el aumento del costo de la vida, en particular de la canasta básica alimentaria que, según los datos oficiales, en 2023 cerró en su precio más alto de la historia: $240.37 en la zona urbana y $181.54 en la rural.

De esa manera, el informe del BID señala que el 14 % de los hogares salvadoreños en 2022 tenía ingresos inferiores al costo de la CBA, el doble desde el 6 % que se registró en 2019.

El reporte detalla que los hogares dirigidos por mujeres son los que más precariedad enfrentan, un 15 % no tiene suficientes ingresos para comprar los alimentos, mientras ese porcentaje baja a 13 % para las familias bajo la responsabilidad de hombres.

“Las mujeres que laboran en agricultura son todavía más vulnerables a caer en pobreza tras un choque económico, dada su menor productividad, resultado de un menor acceso a propiedad de tierras, financiamiento y asistencia técnica”, señala el reporte.

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Más inseguridad alimentaria.

El cóctel de crisis, que amenaza nuevamente con persistir por tercer año en 2023, supuso un riesgo en los avances logrados por los países de la región en la lucha por erradicar el hambre.

De esa manera, apunta el informe, la prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave promedió 47 % para El Salvador entre 2019 y 2021, el sexto país con el porcentaje más alto de América Latina y el Caribe.

En la escala destaca Haití con 83 %, un país en el Caribe sumergido en extrema pobreza e inestabilidad política. Seguido por Guatemala en 56 %, Perú con 51 %, así como Jamaica y Honduras en 50 %.

Los datos más recientes indican que el 52 % de la población salvadoreña sufrió inseguridad alimentaria acentuada entre marzo y mayo de 2022, equivalente a 3.3 millones de personas. De este grupo, un 14 % -unos 90,000- se encontraba en emergencia.

La estimación es que el número de personas en crisis alimentaria habría incrementado en más de 66,000 a mayor de 2022.

En ese mismo mes, cita el informe una encuesta de CID Gallup, el 35 % de los hogares salvadoreños decía que su principal preocupación era el costo de cubrir sus necesidades básicas y el temor de que sus ingresos no fueran suficientes.

El dato

El BID destacó que el paquete de medidas para contener la inflación tuvo un coste estimado de $513.8 millones (un 1.6 % del PIB). Incluye $63.8 millones en ayudas directas (como paquetes agrícolas) y $450 millones en indirectas (subsidios al gas).

3 datos que debes de conocer


1.- Importaciones
Las compras de maíz y trigo representan el 15% y 20% del total de los alimentos importados para El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

2.- Costos
No se prevé, en el corto plazo, que los precios de los insumos bajen. Esto merma la producción agrícola, otro renglón donde El Salvador es deficitario.

3.- Crecimiento
La economía de EE.UU. se ralentizó en 2022 y se prevé que siga en 2023 por los ajustes en las tasas de interés. Afecta vía remesas y comercio.