El estudio explora cómo el cambio climático afecta la producción agrícola de El Salvador y en consecuencia se exacerba la inseguridad alimentaria. Uno de los capítulos de la investigación revisa la importancia de los granos básicos en la canasta básica alimentaria, sobre todo en la zona rural, a pesar de que la población del área rural realiza actividades que requieren más desgaste físico.
Según el reporte, la canasta básica alimentaria vigente en El Salvador se definió en 1983 para la zona urbana y rural.
En la zona rural, la CBA contiene solo nueve productos que representan 671 gramos por persona, para un grupo familiar de 4.26 miembros. Para esta región se omite el pan y las verduras, que sí se encuentran para los hogares urbanos, que cubren 986 gramos por habitante.
En la zona rural, la dependencia de granos básicos es más acentuada con un 74.7 %. De estos, un 59.9 % corresponde solo a tortillas, seguido de un 8.9 % de frijoles y un 5.8 % de arroz.
El azúcar representa un 9.7 % de la canasta alimentaria, mientras que las carnes -fuente de proteína- apenas ocupan un 2.1 %. Los huevos son un 4.5 %, la leche fluida un 4.6 %, las frutas un 2.4 % y las grasas un 2.1 %.
Estructura de la canasta básica urbana
La canasta básica alimentaria urbana es más completa y con menor dependencia de los granos básicos. El estudio del Banco Central señala que los hogares dependen de un 22.6 % de las tortillas, 2.6 veces menos que en la región urbana.La dependencia de las frutas es un 15.9 %, las verduras un 12.9 %, la leche fluida un 10.8 % y los frijoles un 8 %. Después se encuentra un 7 % del azúcar, un 6.1 % de carnes, un 5.6 % de arroz, un 5 % pan francés y un 6.2 % corresponde a otros alimentos.
Un estudio elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) con el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), publicado en 2023, reveló que en El Salvador el arroz, los frijoles y el maíz representan un 40 % del aporte calórico y un 43 % de proteínas.
Los granos básicos son la principal fuente de energía de las personas, por la “tradición” de comer arroz con frijoles.