El Consejo de Ministros de Hacienda o Finanzas de Centroamérica, Panamá y República Dominicana (Cosefin) recomendó a El Salvador invertir en capital humano debido al debilitamiento del bono demográfico.

El informe, titulado “Perspectivas de crecimiento a largo plazo para los países del Cosefin y el papel de la política fiscal” -publicado en mayo pasado-, señala que los gobiernos también deben diseñar e implementar políticas que se orienten en fortalecer la competitividad de la población.

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el bono demográfico se refiere a una fase en el que las edades de un grupo poblacional se encuentran en una etapa productiva.

Es decir que un país tiene más jóvenes y adultos que pueden trabajar, en su grupo poblacional, que población dependiente, conformada por niños y personas mayores.

El Cosefin señala que en la región se observa que la mayoría de las personas ronda entre los 15 y 64 años, con una mayor presencia del bono demográfico entre los países.

Para el consejo, la población en etapa productiva puede mejorar el crecimiento de los países de la región pues, se prevé, que la población joven continuará en aumento en los próximos años.

“El aprovechamiento del bono demográfico requiere inversiones estratégicas en áreas de salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, de forma que se pueda generar un círculo virtuoso en donde estas inversiones estratégicas contribuyan a la reducción de pobreza y desigualdad”, indica el consejo.

Papel en la economía

La economista e investigadora de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Iliana Álvarez, señaló que el auge del bono demográfico para El Salvador iniciará en 2030 y finalizará en 2050, por lo que es necesario que se aproveche a la población joven.

Álvarez indicó que este sector poblacional puede ayudar a una recuperación de la economía del país.

La UCA estimó que el país necesita invertir cerca de $1,852.4 millones, para mejorar las condiciones de la población en etapa productiva. Álvarez añadió que este financiamiento permitirá un crecimiento de un 8 % de la economía.

La economista señaló que, tanto el sector público como privado, necesita invertir en mejoras salariales, en fomentar la producción local, garantías y sostenibilidad de pensiones.

El país también debe destinar fondos para la redistribución del trabajo de cuidado, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las mujeres que se dedican a estas actividades, sin dejar de lado la inversión en educación, tecnología y formación.

Álvarez destacó que si se invierte en capital humano, la calidad de la fuerza de trabajo también mejora. Debido a lo anterior, es necesario que se garanticen los ingresos, salud, educación, vivienda y servicios básicos de calidad.

Necesidades

El Cosefin señala que el gobierno también debe de invertir en proyectos productivos que puedan generar un impacto mayor en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).

El informe reconoce que las características económicas, demográficas y geográficas de El Salvador han influido en que el país sea el que menos crezca en la región.

El Banco Central de Reserva (BCR) confirmó en marzo pasado que la economía salvadoreña creció un 3.5 % en 2023.

Para este 2024, la CEPAL proyecta un crecimiento para El Salvador rondará un 3 % para este 2024, mientras que el BCR mantiene estimaciones con un crecimiento de un 3 % a un 3.5 %.

Según el Cosefin, el crecimiento que el país ha experimentado está ligado, principalmente, al aumento de la productividad.

Los ministros hacen énfasis en la necesidad de que El Salvador desarrolle un ecosistema de políticas que se orienten en facilitar asociaciones público-privadas, con los que se motive a los inversionistas nacionales y extranjeros.