“¡Es hora de que todos seamos contados! Ningún salvadoreño puede quedar fuera del censo de población y vivienda El Salvador 2024”, reza una invitación publicada por el gobierno y compartida por el Banco Central de Reserva (BCR), encargado de la generación de estadísticas.
Hasta el momento, el BCR no había confirmado la fecha exacta del inicio del levantamiento de datos del censo, un instrumento estadístico que recaba información clave como condiciones de la vivienda, número de personas que conforman un hogar y sus características, así como mortalidad y emigración.
El último censo de población se presentó en 2007 y desde entonces no ha sido actualizado, a pesar de que la ley establece que se debe realizar cada 10 años, en los años terminados en cero.
Con la disolución de la Digestyc, el censo es una tarea de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec), una división del BCR. De esa manera, los censadores que se desplazarán en el territorio andarán identificados con chalecos y carnet de la Onec.
El presidente del BCR, Douglas Rodríguez, aseguró a inicios de abril que el levantamiento de datos se realizará en dos meses y medio. Previamente, en 2023, advirtió de que los resultados del censo se conocerán hasta 2025.
En marzo pasado, el BCR inició la contratación de 10,000 censistas, a quienes se pagará un salario de $815 y a los coordinadores de $1,200. Además, ha contratado el servicio de vehículos, papelería y tecnología para recoger los datos.
Para el censo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un préstamo de $44 millones, pero el Banco Central estima que todo el proceso necesitará de $80 millones.
El censo arroja datos clave sobre las características de los hogares como nacimientos, defunciones o matrimonios. Se incluyen proyecciones de la población desagregadas por departamentos, municipios y zona rural y urbana.