Juan Carlos Kalil decidió que el éxito se construye cuando comenzó a importar productos exóticos desde su casa en Houston, EE. UU. Una década después, se ha convertido en el mayor importador de loroco fresco del estado de Texas. "Es una bendición y sabemos que estamos ayudando a mucha gente", dice el salvadoreño desde su planta en Missouri City con sonrisa de satisfacción.

Kalil nació en Santa Ana, pero en su adolescencia migró a Estados Unidos en 1985. Primero vivió en California, donde llevó la marca costarricense de helados Pops. Después de vender la concesión a su socio, se mudó a Texas donde encontró un mercado más abierto y con plusvalía, además del calor de la comunidad centroamericana que recibió con apego los productos que recordaban a su tierra natal.

"Prácticamente llevamos alrededor de 25 años en la industria alimenticia", afirma Kalil, después de zanjar experiencia en los sectores de productos secos, galletas, lácteos y frescos.

En 2011, el salvadoreño, junto con tres aliados, inició la importación de frescos a través de Kalil Enterprise (ahora A&N Enterprises). "A veces trabajaban 18 horas al día para hacer crecer el negocio", añade su cuñado, socio y mano derecha, Javier Bocos.

El loroco se entrega a supermercados de productos nostálgicos. Semanalmente, se despachan dos cajas, de 12 libras cada una, a cada sucursal. /Francisco Valle
El loroco se entrega a supermercados de productos nostálgicos. Semanalmente, se despachan dos cajas, de 12 libras cada una, a cada sucursal. /Francisco Valle


Tres años después, llevaron la primera caja de loroco fresco desde El Salvador y, desde entonces, se convirtió en la insignia de la empresa.

"El loroco representa lo fresco de El Salvador. Mi mamá prefería el loroco fresco para hacer sus caldos, pupusas, pollo con loroco (...) Se me hizo importante traerlo fresco, de un día cortado y al siguiente día lo tuviéramos aquí, listo para nosotros. No congelado, no en frasco, sino que al día. Lo hemos logrado, con mucha ayuda de muchas personas, se ha podido traer loroco por avión", señala el salvadoreño.

El loroco se comercializa desde hace ocho años bajo la marca Vida en Houston, Dallas, Austin y San Antonio. Cada semana reciben 220 cajas que son enviadas exclusivamente por el productor salvadoreño Jorge Monterrosa, desde San Rafael Obrajuelo, La Paz.

Su colega en La Paz también ostenta el título de mayor exportador de loroco fresco de El Salvador. Aunque en el mercado hay cinco empresarios en el rubro, Monterrosa tiene a su cargo el envío de más de 5,000 cajas cada semana a Houston, Los Ángeles y Washington.

"Hace cinco o seis años, platicaba con Jorge (Monterrosa) que él estaba ayudando mucho a los muchachos de su pueblo, de San Rafael Obrajuelo, dándoles trabajo para que no se metieran en las pandillas. Me tocó verlos y para mí era un gran logro poder ayudar a esa comunidad a que los muchachos tuvieran una oportunidad de trabajo y no decidieran irse por el mal camino", sostiene el empresario.

Kalil también genera empleo en Estados Unidos a 25 latinoamericanos, entre ellos el salvadoreño Mauricio Palacios, quien tiene 11 años de vivir en la gran economía del mundo.

Mauricio Palacios encontró los aromas de su tierra natal, Usulután, en las bodegas de Kalil Enterprise. Tiene 11 años de no ver su familia desde que llegó a EE. UU. /Francisco Valle
Mauricio Palacios encontró los aromas de su tierra natal, Usulután, en las bodegas de Kalil Enterprise. Tiene 11 años de no ver su familia desde que llegó a EE. UU. /Francisco Valle


Palacios, originario de Usulután, tiene seis meses de haberse sumado a las filas de empleados de la empresa, pero está sorprendido del trabajo minucioso que se realiza en la planta, así como los aromas de las frutas y las hortalizas que le recuerda a su hogar en El Salvador.


Abrir camino en las grandes ligas

La empresa es uno de los pesos pesados en la importación de frescos exóticos en Texas, desde El Salvador, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Nicaragua, Ecuador, Perú, Argentina, República Dominicana.

De El Salvador solo importa loroco, pero su portafolio incluye productos exclusivos para resultantes chinos. También lleva a las tierras texanas aguacate de República Dominicana; nance y yuca de Costa Rica; pacaya, frijoles rojos y negros de Guatemala; guayaba de México y mandarinas de Perú.

A la lista se suma el jengibre, lechuga, guanábana, malanga, nance, mamoncillo, rambután, coco verde, culantro, pitahaya, toronja, jarabes y chips de plátano.

La nueva planta de A&N Enterprises en Missouri City, Houston, donde pasarán de tener un solo puente de despacho a 10 infraestructuras y tres grandes cuatros frío. /Francisco Valle
La nueva planta de A&N Enterprises en Missouri City, Houston, donde pasarán de tener un solo puente de despacho a 10 infraestructuras y tres grandes cuatros frío. /Francisco Valle


Estos productos son inspeccionados en la planta que abrieron en 2020, pero que en tres años quedó pequeña para el volumen de mercadería que manejan. Para sostener el crecimiento, Kalil adquirió una bodega más grande, siempre en Missouri City, donde tendrán tres grandes cámaras frigoríficas y 10 puertos de despacho.

Para 2025, el empresario salvadoreño espera concretar la primera importación de frijoles rojos de seda desde El Salvador.