El gusano barrenador es una larva que puede aparecer en el ganado o cualquier otro ser vivo de sangre caliente, específicamente en aquellos que sufren alguna lesión o herida y que son infectados por moscas.
La Asociación de Ganaderos de El Salvador (AGES) confirmó que el gobierno ha establecido un cerco zoosanitario en La Unión y San Miguel, luego de que Honduras confirmara los primeros bovinos y equinos infectados por la enfermedad.
La Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) de Honduras aseveró que el ganado provenía de Nicaragua y que algunos animales estaban en tránsito hacia El Salvador.
Actualmente, Panamá, Costa Rica y Nicaragua han confirmado contagios en humanos.
AGES destacó el establecimiento del cerco zoosanitario porque se revisa la carne y el ganado que ingresa para verificar que la enfermedad, u otras plagas, no se distribuyan o consuman en El Salvador.
Acercamiento y aumento de personal
El presidente de AGES, Sandor Siliezar, aseguró que es necesario que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) mantenga la comunicación con los productores que están instalados en las zonas fronterizas.La gremial dijo que también es necesario habilitar un número de contacto al que puedan llamar en caso de detectar algún caso sospechoso o la presencia del gusano “come carne” en el hato.
A través de redes sociales, Ganaderos de El Salvador SOS pidió el viernes que el sector se mantuviera alerta ante la detección de los primeros casos en Honduras.
Mateo Rendón, vocero de la Mesa Agropecuaria Rural e Indigena, coincidió en que el país se encuentra libre de esta enfermedad, pero externó la necesidad de realizar jornadas de vacunación más extensas para evitar casos.
“La acción más inmediata es en las fronteras, ahí lo que siempre hemos sugerido es que haya suficientes médicos veterinarios para que puedan dar seguimiento a este tipo de casos”, indicó Rendón.
Siliezar recomendó a los productores mantener la sanidad en los corrales y al momento de extraer la leche, para evitar la proliferación de las moscas que pueden provocar la incubación de las larvas -que posteriormente se vuelven moscas- en las heridas del ganado.
Desalojar desechos fecales, así como los del pasto, forrajes y silos son parte de las acciones que el sector debe reforzar.
Según el MAG, El Salvador está libre de esta enfermedad desde hace casi tres décadas, específicamente 1995.