Ubicada en la ciudad de Richmond, Texas, “El Salvador, Pupusas y más” se ha adjudicado el título de vender la mejor pupusa de todo Houston a precios incluso más accesibles de los disponibles en El Salvador.

Sin nada que envidiar a una pupusería en El Salvador, su menú incluye las tradicionales de revuelta, frijol con queso, queso con loroco, ayote con queso y solo de queso, cada una a $1.75.

“Todo lo que se hace aquí es todo producto salvadoreño”, afirmó Evelyn Díaz, parte del equipo de atención al cliente, quien aseguró que se mantienen los precios accesibles para el “bolsillo de todas las personas”.

Pupusas de loroco elaboradas con productos importados desde El Salvador, incluyendo la flor que se cosecha en San Rafael Obrajuelo, en La Paz. /Uveli Alemán
Pupusas de loroco elaboradas con productos importados desde El Salvador, incluyendo la flor que se cosecha en San Rafael Obrajuelo, en La Paz. /Uveli Alemán


Los comensales del lugar califican que en este local se vende la “mejor pupusa de Houston”, la ciudad más poblada de Texas y el segundo estado de EE. UU. donde más salvadoreños residen (un 14 % de los más de 2.5 millones de ciudadanos), después de California, según el centro de investigación Pew.

El menú también ofrece productos tradicionales de la gastronomía salvadoreña, como tamales de elote y pollo a $1.60, así como riguas a $1.60 y desayunos típicos. Además, ofrece caldos de res, sándwich, platillos con camarones, pescado y pollo.

“Todos contribuimos a dar un poco a nuestros compatriotas, a que tengan algo, que disfruten de nuestro país, nuestra comida. Es algo importante por todas las manos que trabajamos dentro de la cocina”, sostuvo Díaz.

La elaboración de los platillos típicos está a cargo de Cecibel, una salvadoreña originaria de La Unión, quien da el toque “como hecho en casa” desde la inauguración de la pupusería hace nueve años.

La pupusería, que emplea a salvadoreños y guatemaltecos, garantiza todo el proceso de elaboración de alimentos, desde la preparación de los frijoles hasta la molienda del chicharrón en aparatos “especiales”.

Evelyn Díaz reencontró los aromas de la gastronomía salvadoreña en la pupusería, donde trabaja en el área de servicio al cliente. /Francisco Valle
Evelyn Díaz reencontró los aromas de la gastronomía salvadoreña en la pupusería, donde trabaja en el área de servicio al cliente. /Francisco Valle


El restaurante es uno de los que utiliza el loroco fresco importado por el salvadoreño Juan Carlos Kalil. El empresario creó en 2011 A&N Enterprises (ahora Kalil Enterprise) para llevar a Estados Unidos alimentos frescos y, desde entonces, la flor es su producto insignia.

El loroco usado de este negocio se cultiva en las fincas de San Rafael Obrajuelo, en La Paz, y Santa Cruz Porrillo, San Vicente, el cual es exportado como producto fresco desde la planta Fernaldia Exportaciones, del empresario Jorge Monterrosa, directo a las bodegas de Kalil Enterprise.

La flor de loroco es nativa de El Salvador, uno de los ingredientes más utilizados en pupusas, sopas, pizzas, salsas y hasta mermeladas. Se exporta como producto nostálgico en forma de botón (cerrada o semiabierta), sobre todo congelado, pero Monterrosa inició hace ocho años la travesía de enviarlo fresco en una ruta comercial desde su finca hasta los estantes de los supermercados, que dura 24 horas.

“El Salvador, Pupusas y más
“El Salvador, Pupusas y más" está ubicada en 628 Crabb River, Richmond, Texas. /Uveli Alemán


Además, es uno de los principales productos étnicos exportados por los salvadoreños después del queso, tamales y pan dulce. Según información proporcionada en 2020 por el Banco Central de Reserva (BCR), los envíos de loroco entre 2017 y 2019 sumaron $12.07 millones entre Estados Unidos, Italia y España.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), El Salvador ha exportado un poco más de $394.9 millones en productos agrícolas y relacionados en el primer semestre de 2024. En esta categoría ingresa el locoro y otro tipo de productos nostálgicos de origen agrícola.