La cotización del aromático alcanzó $424 el 13 de febrero pasado, su valor más alto desde 1977, pero al siguiente día retrocedió a $406.
La caída continuó y este martes se llegó a ubicarse en $399 a las 10:00 a.m., aunque minutos más tardes volvió a los $404.4.
El precio de la jornada de este martes es $8.05 inferior en relación al 14 de febrero, una reducción de 1.9 %.
Aun con el retroceso, el precio del café se encuentra $210 por arriba de los $189 cotizados el 20 de febrero de 2024, un crecimiento del 111 %.
Una nota del Instituto Salvadoreño del Café (ISC) explica que el retroceso del precio de café arábica responde a las “presiones de liquidación de posiciones largas por parte de algunos inversionistas para asegurar ganancias”.
A pesar de que los precios históricos entusiasman a los caficultores, la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) advirtió que los productores salvadoreños no verán materializados beneficios porque no hay suficiente cosecha para vender y tampoco los compradores están adquiriendo granos en el mercado internacional.
“Nadie está comprando porque los precios están arriba, ni los tostadores de Estados Unidos”, dijo Sergio Ticas, presidente de Acafesal, a Diario El Mundo, en una entrevista el pasado 6 de febrero.
En el mismo sentido, Ricardo Esmahan, presidente de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores de Café (Abecafé), aseguró que “nadie ha vendido a esos precios en El Salvador”. Esto, añadió el portavoz de la gremial, porque algunos productores ya habían despachado granos cuando el valor del aromático comenzó a subir.
El precio del grano de oro despuntó por preocupaciones en el suministro tras las pérdidas en la cosecha de Brasil y Vietnam, el primero y el segundo productor mundial.