Los salvadoreños han comprado menos petróleo y sus derivados en el primer trimestre de 2024 en medio de una escalada de precios que mantienen al barril de West Texas Intermediate (WTI), de referencia para El Salvador, por arriba de los $80.

El Banco Central de Reserva (BCR) reporta que la factura petrolera rebasó los $581.9 millones entre enero y marzo, equivalente a $46.6 millones menos (un 7.4 %) respecto a los $628.5 millones del mismo período de 2023.

En volumen, también hubo una reducción de un 5.7 % al superar los 775.9 millones de kilogramos al cierre de marzo pasado.

El Salvador es un importador neto de los derivados de crudo y está sujeto a la cotización del crudo a nivel mundial, caracterizado por alta volatilidad. El precio del barril del WTI es afectado por la debilidad del dólar como por su fortalecimiento, conflictos geopolíticos como la escalada de violencia entre Israel e Irán, o los resultados de crecimiento de Estados Unidos.


Menor consumo de gasolinas y diésel

El informe de comercio del BCR documenta que las compras de gasolinas sumaron $190.8 millones entre enero y marzo, al menos $13.2 millones (un 6.5 %) menos en comparación con el mismo período de 2023.

Las importaciones de diésel alcanzaron $141.8 millones, una cifra inferior en $59.5 millones (un 29.6 %) respecto al primer trimestre de 2023.

De los más de 1.16 millones de vehículos (entre carros y motocicletas) que circulan en el territorio salvadoreño, un 83.63 % utiliza gasolina y un 15.22 % diésel. Este último derivado es comprado principalmente por los sectores de transporte de pasajeros y carga, así como por la industria.

El Banco Central documenta que las importaciones de búnker, utilizado para generar energía, cayeron un 22.3 % al superar $13.4 millones a marzo, mientras que el coque sin calcinar se redujo en un 63 % con $2.92 millones al cierre del primer trimestre de 2024.

Las importaciones de gases licuados sumaron $3.9 millones, un 17.9 % menos, así como los líquidos para sistemas hidráulicos se redujeron en $200,000 (un -7.7 %).

Entretanto, hubo aumentos en las importaciones de keroseno para motores de reacción en un 32.3 %, tras superar los $43.1 millones.

También las compras de gas propano crecieron un 10.9 % con $75 millones, así como los aceites y grasas lubricantes subieron un 25.7 % tras sumar importaciones por $29.7 millones.