El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) iniciará este domingo la evaluación de los daños en los cultivos tras siete días de intensas lluvias.

“Nos estamos preparando para iniciar el conteo de daños a partir de mañana (este domingo) de una forma oficial. Si hay zonas afectadas, obvio, con tanta lluvia”, dijo el viceministro ad-honorem del MAG, Óscar Domínguez.

En la conferencia ofrecida por la Dirección de Protección Civil sobre las emergencias atendidas desde el viernes 14 de junio, Domínguez señaló que se utilizarán vehículos no tripulados para evaluar los daños en 20 puntos priorizados, donde se registraron las mayores acumulaciones de agua.

El MAG utilizará una herramienta digital facilitada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que proporciona datos en tiempo real.

Inicialmente, en el informe ofrecido el pasado lunes, Agricultura detalló que un 36.2 % de los cultivos de frutas, hortalizas, granos básicos y agroindustria habían resultado con afectaciones. Entre los principales riesgos se encontraba el estrés por exceso de humedad y la proliferación de hongos.

“Las más de 8,500 manzanas que han estado en monitoreo han sido las zonas más productoras del país. En ese caso, están los distritos de riego y otras zonas de varios cultivos, entre ellos de la zona sur de San Miguel, Zapotita y Atiocoyo”, sostuvo Domínguez.

La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) ha asegurado que las fuertes lluvias no afectaron en gran medida a los cultivos de granos básicos, ya que los agricultores habían esperado hasta junio para iniciar los trabajos de siembra por el inicio tardío del invierno.

Sin embargo, Luis Treminio, presidente de Campo, confirmó que en el distrito de El Paisnal, San Salvador Norte, se dañaron 250 manzanas de cultivos, una pérdida cercana a $200,000.
Por su parte, la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) reporta que en la zona sur de Ahuachapán hubo pérdidas totales en los cultivos de maíz y hortalizas.

Las intensas lluvias ocurrieron al cierre de un episodio de altas temperaturas, por lo que los caficultores han advertido de un incremento en plagas, como la roya y la antracnosis, dos enfermedades letales para los cafetos.