La agencia calificadora de riesgos Moody's elevó este martes las calificaciones de emisor y de deuda sénior no garantizada en moneda extranjera de largo plazo del Gobierno de El Salvador a B3 desde Caa1, con perspectiva estable.

“La subida de las calificaciones a B3 refleja nuestra opinión de que el perfil crediticio del soberano se ha beneficiado de las recientes operaciones de gestión de pasivos que han reducido significativamente las amortizaciones externas, lo que ha llevado a una disminución sustancial del riesgo de pago y ha aliviado las presiones de liquidez a corto y mediano plazo”, señala la calificadora en un comunicado.

Moody’s espera que las medidas de consolidación fiscal adoptadas por las autoridades respalden la sostenibilidad de la deuda y fortalezcan aún más el perfil crediticio general.

El gobierno salvadoreño ha hecho tres recompras de bonos de deuda este año y el Ministerio de Hacienda asegura que eso ha permitido el ahorro de $745 millones.

La deuda de corto plazo se redujo un 50.2% a septiembre 2024, en relación al mismo periodo del año anterior, según el perfil de endeudamiento público de El Salvador, publicado por el Ministerio de Hacienda.

Para Moody’s, “las últimas operaciones han reforzado el sentimiento favorable del mercado, ya que los precios de los bonos a lo largo de la curva de rendimiento casi han convergido con el valor nominal y los diferenciales de los bonos soberanos han registrado una marcada reducción hasta situarse en torno a los 500 puntos básicos, un nivel coherente con una capacidad de financiación suficiente para mantener a raya los riesgos de liquidez”.

Moody's había mejorado previamente la calificación a perspectiva estable en mayo de 2024, luego de dos años de perspectivas negativas.

Mejores perspectivas de crecimiento e inversión

Según Moody’s, la calificación B3 “refleja la moderada fortaleza económica de El Salvador, con mejores perspectivas de crecimiento e inversión como resultado de la mejora estructural de la situación de seguridad y una fuerte mejora de la liquidez del gobierno que ha hecho que el soberano sea menos susceptible a los riesgos de eventos”.

Sin embargo, advierte que esto se equilibra “con una débil capacidad de pago de la deuda que limita la fortaleza fiscal y los desafíos a las instituciones y la fortaleza de la gobernanza”.

Pero Moody’s reconoce que el gobierno está construyendo un historial de formulación de políticas económicas más consistente mediante el nombramiento de tecnócratas en las instituciones económicas que han respaldado una fuerte mejora en la confianza de los inversores.

“La perspectiva estable equilibra los acontecimientos positivos que incluyen una reducción de las necesidades anuales de financiamiento, la capacidad de acceder a los mercados internacionales de capital y mejores perspectivas de inversión y crecimiento, frente a los continuos desafíos crediticios resultantes de la baja asequibilidad de la deuda y el limitado espacio fiscal”, subraya la calificadora.

El Ministerio de Hacienda asegura que se ha ahorrado $745 millones en las tres recompras de bonos de deuda.
El Ministerio de Hacienda asegura que se ha ahorrado $745 millones en las tres recompras de bonos de deuda.

Elogios al presupuesto

Moody’s señala que el presupuesto general de 2025 “describe una ambiciosa estrategia de consolidación fiscal basada en medidas de austeridad que ayudarán a apoyar la sostenibilidad de la deuda”.

“El presupuesto fue diseñado con base en una regla de oro, de modo que todo el gasto corriente se cubrirá con ingresos corrientes y solo el 75% de los gastos de inversión se financiarán con deuda. Además, las medidas de austeridad del presupuesto apuntan a recortar la masa salarial pública y apuntar a una reducción más sustancial en las compras de bienes y servicios”, advierte la calificadora.

El presidente Nayib Bukele se comprometió en septiembre a que el presupuesto general de la nación de 2025 no incluyera la necesidad de emitir un “solo centavo de deuda”.

Según Moody’s “una parte de los ahorros esperados por la reducción del gasto corriente se utilizará para impulsar el gasto de inversión que beneficiará la actividad económica”.

El déficit del sector público no financiero (SPNF) se redujo al 2,3% del PIB en 2023, su nivel más bajo desde 2007, frente al 2,6% de 2022 y el 5,5% de 2021, continuando la tendencia descendente desde 2020.

Moody’s preve que el déficit fiscal del SPNF se mantendrá prácticamente sin cambios en torno al 2,3% del PIB en 2024, aunque algunos proyectos de inversión pública adelantados recientemente hasta finales de año podrían dar lugar a un déficit del SPNF ligeramente más amplio de alrededor del 2,6%.

Consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza

La calificadora no deja de señalar que El Salvador enfrenta riesgos relacionados con el clima, como sequías e inundaciones, particularmente en el Corredor Seco, que afectan la agricultura y la estabilidad económica.

Además, subraya que el país enfrenta problemas de vivienda vinculados a la violencia pasada, aunque las recientes mejoras en materia de seguridad podrían reorientar la demanda pública hacia servicios como vivienda, salud y educación.

Y finalmente, señala que a pesar de las mejoras, “aún existen debilidades en la eficacia del gobierno, el estado de derecho y el control de la corrupción”, pero acepta que “la reciente coherencia de la política económica ha mejorado la confianza de los inversionistas”.