“Ha quedado estancada (la planta de maíz) porque el agua le hace falta, y ahí no se puede hacer nada porque primero el agua, aunque uno le eche abono, no trabaja”, lamentó Héctor Sandoval, productor en el departamento de Ahuachapán.
Sandoval sembró maíz hace poco más de dos meses, a mediados de mayo. Desde entonces, su cultivo ha recibido muy poca lluvia y la milpa, que debería de medir más de un metro de altura, apenas ha crecido unos 50 centímetros.
Hace un año, este productor obtuvo 150 quintales de maíz tras el cultivo de dos manzanas. Para este 2023, Sandoval había invertido más de $600 en la adquisición de tres bolsas de semilla con las que esperaba obtener un mayor rendimiento, no obstante, la falta de lluvia provoca la duda de cuánto logrará cortar.
¿Cómo está el resto del país?
El presidente de la Asociación de Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), Luis Treminio, confirmó que el lento crecimiento de las plantas es algo que está ocurriendo en todo el país.La reducción de las lluvias en los primeros meses del invierno se debe al desarrollo del fenómeno climático de El Niño. “En todas las zonas del país están con la misma situación”, reiteró.
El lento desarrollo de una planta es una señal clara, indicó Treminio, de que se afecte la productividad de la planta y una disminución de la calidad y, por ende, el grano será más pequeño.
El problema, según la gremial, es que el grano pequeño se puede comercializar solo en el mercado local, y no es considerado apto para la industria y su procesamiento en productos como harina de maíz.
Treminio indicó que, si esto sucede, la harina de maíz podría incrementar de costo, pues las empresas se tendrían que respaldar en las importaciones para continuar produciendo.
La reducción de las lluvias y su impacto en los cultivos también provocan dudas en otros productores de Ahuachapán, como Concepción Linares, quien teme sobre cómo continuará el invierno, y qué sucederá con los créditos que muchos agricultores gestionan para sembrar.
Linares aseguró que también está el peligro de que el maicillo, que se sembrará a partir de este mes, sea afectado por un piojillo.
Los reportes de los productores de municipios como San Pedro Masahuat, La Paz, apuntan a que algunos productores aún no han iniciado el cultivo en la espera de que las lluvias se vuelvan más continúas, para garantizar un buen desarrollo de las plantas.
Los agricultores confían en que el invierno cambie su rumbo y las tormentas se incrementen, además, pidieron apoyo estatal para enfrentar la situación.