Las exportaciones de los condensadores eléctricos, también conocidos como chips, se han desplomado en el primer semestre del año un 29.2 %. Este es el producto estrella de la industria y uno de los de mayor tecnología que se fabrican en El Salvador.
El Banco Central de Reserva (BCR) registra que sus exportaciones sumaron $96.9 millones entre enero y junio pasado, $39.9 millones por debajo de los $136.9 millones registrados en el mismo período de 2022.
En El Salvador son elaborados solo por la empresa japonesa Kyocera AVX, ubicada en la zona franca de San Bartolo, Ilopango, que inició operaciones en 1977.
A pesar de su caída, sigue estando entre los primeros 10 lugares de los productos más exportados por El Salvador. Pasó de ocupar la cuarta posición a la octava para este año, superado por las ventas de camisetas, suéteres, productos de plástico, el café, medias de vestir y medicamentos.
El “boom” de la demanda”.
Los chips son pequeñas piezas tecnológicas usadas en diferentes industrias, como la automotriz, telecomunicaciones y espacial. Son pequeñas baterías, como la de un celular, pero que se diferencia por su alta capacidad de entrega y almacenamiento de energía en millones de veces por segundo.Los resultados del primer semestre dejan atrás las exitosas ventas registradas al término de 2022, cuando llegaron a $259.9 millones y fueron las más altas desde que el BCR tiene registro, con un crecimiento interanual de 7.8 % en comparación con 2021.
Su demanda se vio favorecida por la interrupción de estas piezas en 2020 cuando los grandes fabricantes tuvieron que cerrar por los esquemas de confinamiento. El suministro volvió a poner en las cuerdas a las empresas que dependen de esta tecnología con la invasión rusa a Ucrania, uno de los principales proveedores a nivel mundial.
