La demanda de energía perdió impulso en los últimos meses del año pasado y cerró con un crecimiento de solo 1.5 % en diciembre, según un reporte de mercado de la Unidad de Transacciones (UT).

El consumo de electricidad es un indicador sensible por su relación con la dinámica económica, pues aumenta cuando las empresas se encuentran activas y produciendo, además de las inyecciones a la red de los hogares. El reporte de la UT, el administrador del mercado mayorista, confirma que este renglón experimentó a inicios del año pasado uno de sus mejores de crecimientos, pero la tendencia desaceleró en los últimos meses.

En febrero y marzo, la demanda creció un 11.8 % respecto a los mismos meses de 2021, variaciones incluso superiores a las registradas antes de la pandemia del covid-19. A partir de junio, la dinámica perdió impulso y registró una fuerte desaceleración en octubre, cuando la tasa fue de 3.2 %, luego en 2.7 % en noviembre y cerró en 1.5 % en diciembre.

La UT registra que la inyección a la red sumó 7,088.7 gigavatios hora (GWh), donde la generación hidroeléctrica y la geotérmica se llevaron la mayor porción del mercado.

El mes de mayor demanda fue mayo, seguido de septiembre y octubre. Luego está abril, que coincide con la temporada seca y de mayores temperaturas.

El sector eléctrico fue en el tercer trimestre de 2022 uno de los rubros de mayor crecimiento, con una variación de 12.6 %. Según el Banco Central de Reserva (BCR), este dinamismo se debió a la diversificación de la matriz energética, un incremento de la generación hidroeléctrica y las exportaciones de electricidad.

Inyecciones por recurso

Las centrales hidroeléctricas 15 de Septiembre, 5 de Noviembre, Cerrón Grande y Guajoyo cerraron el año pasado con 2,147.4 GWh inyectados a la red eléctrica. Las cuatro plantas son administradas por la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), una tecnología de menor costo porque depende de la disponibilidad de agua en los embalses.

Según la UT, las inyecciones hidroeléctricas aumentaron 30.2 % frente a su participación de 2021.

El segundo gran generador de energía corresponde a los dos pozos geotérmicos, administrados por LaGeo, una subsidiaria de la CEL. La UT reporta que las inyecciones de esta tecnología sumaron 1,451.6 GWh, equivalente al 20.7 % de participación en el mercado y con un crecimiento de 1.1 % respecto a 2021.

Las 24 plantas térmicas activas en El Salvador aportaron 1,539.3 GWh al cierre del 2022, una cifra que representó el 21.7 %. Esta tecnología depende de las importaciones de crudo, por lo que su costo de generación es mayor que las renovables.

La biomasa fue responsable del 7.7 % de las inyecciones, la solar de un 7.6 %, las importaciones un 9.9 % y la eólica un 1.9 %.

Precios

Después de registrar los precios más altos desde 2014 en abril, el megavatio hora (MWh) comenzó a ceder y cerró el año pasado en $97.28, un 19.51 % más barato que en el mismo mes de 2021.

La UT reporta que la dinámica se mantuvo en el primer mes de 2023, cuando cerró con un precio promedio de $96.47 y fue 25.3 % más barato que los $129.24 que costó en el mismo mes de 2022.