Más de tres toneladas y media de cocaína han sido incautadas por la Fuerza Naval en aguas salvadoreñas en la última semana, un reflejo de cómo el narcotráfico sigue utilizando nuestro mar territorial para sus propósitos criminales.

La droga está valuada, de manera preliminar en más de 80 millones de dólares, en un inmenso valor para una industria criminal que deja su cadena de graves consecuencias por donde pasa y sabemos que en nuestro país también tiene sus nocivos efectos.

El narcotráfico es una industria ilegal mundial y sus ganancias son las causas de múltiples asesinatos, extorsiones, debilidad institucional porque corrompen a policías, militares, jueces, etc, por supuesto eso causa inseguridad y problemas de salud pública a cualquier país donde se afinca. Y eso ha sucedido claramente en El Salvador y ni se diga en Colombia, Venezuela u otros países vecinos centroamericanos.

Por eso son importantes los golpes que se den al narcotráfico a nivel macro como a nivel micro, contra los distribuidores locales que tanto daño hacen envenenando a nuestra juventud con la droga.

El narcotráfico trae consigo una economía criminal. que genera los negocios de fachada, el lavado de dinero como pieza clave en la estructuración y la reproducción ampliada del tráfico y sus ramificaciones. Mucho de eso sucede en El Salvador a través de las pandillas. Por eso es importante que junto a la captura de miles de pandilleros, se golpee su brazo financiero que tiene múltiples rostros y negocios. Las pandillas son mafias con todos los componentes y se debe combatir con determinación y constancia.