El mundo entero enfrenta un nuevo desafío en estos tiempos de crisis, pandemia, guerra y petróleo caro: una recesión pronosticada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), algo que irremediablemente afectará a países como El Salvador.

Según el FMI, varios países desarrollados caerán en recesión en 2023, influenciados por la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania. Las economías más importantes del mundo -Estados Unidos, China y la Unión Europea- se están desacelerando, sobre todo por el efecto de la inflación persistente que está afectando a las economías desarrolladas y más aún a los países emergentes y en desarrollo. El FMI pronostica que la inflación mundial tendrá un promedio de 8,8% y tiene una advertencia grave: “lo peor estea por venir”.

El propio presidente estadounidense, Joe Biden, reconocía la noche del martes la posibilidad de una “recesión muy ligera” para su pais. La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, señaló la semana pasada como factores para la recesión la crisis energética en Europa en medio de la invasión rusa en Ucrania, el colapso inmobiliario de China y la inflación históricamente alta en Estados Unidos.

En América Latina también se aproxima un duro frenazo económico, según el informe Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, reafirmando la tendencia descendente que marcaría el camino de gran parte de las economías. Esas perspectivas negativas incluyen por supuesto a El Salvador y en ese sentido hay que prepararse con innovación y creatividad en nuestros productos, así como con austeridad en todos los sentidos. Los desafíos son enormes y hay que enfrentarlos con serenidad, sensatez y responsabilidad.