Desde el próximo lunes las aulas de todo el país estarán de nuevo llenas de entusiasmados niños y adolescentes que inician un nuevo año escolar presencial tras tres años de pandemia que parecieron eternos, es la vuelta a la normalidad prepandemia, al feliz intercambio infantil y juvenil y al sano esparcimiento que trae consigo las escuelas y colegios.

Han sido años difíciles y los educadores privados y estatales reconocen que la formación académica ha sido deficiente debido a la naturaleza de la educación en línea. Eso significa que los muchachos traen falencias que se sentirán en las aulas de clase, sobre todo los temas más complejos como Ciencias y Matemáticas que requieren práctica y que son difíciles de captar en una clase en línea.

Será difícil para los alumnos, por supuesto, pero también será difícil para los maestros y padres de familia que deberán asistir a los niños y adolescentes en superar esas deficiencias. Si el país de por sí -tal como lo ha mostrado las pruebas PAES y Avanzo- ya tiene problemas con las ciencias y las matemáticas en tiempos normales, imaginen ahora en tiempos de clases en línea.

Son retos que hay que enfrentar y vencer, y esa es la mentalidad que los maestros y padres de familia deben inculcar a los estudiantes. La meta es recuperar lo perdido y sacar adelante el año escolar, mejorar la formación académica para luego llegar a las aulas universitarias con la preparación suficiente para emprender una carrera profesional.

Es tiempos de retos pero también de levantar los ánimos, hemos pasado lo peor y hay que seguir adelante con valor y esfuerzo.