Un niño dominicano, Damián, se convirtió el martes -de manera simbólica- en el habitante número 8,000 millones del planeta. Damián nació en Santo Domingo, República Dominicana. Naciones Unidas había estimado que el 15 de noviembre de 2022 llegaríamos a los 8,000 millones de habitantes en el mundo. Y por supuesto esto trae enormes implicaciones.

Según Naciones Unidas, el número de habitantes del planeta podría llegar a alrededor de 8500 millones en 2030 y 9700 millones en 2050. Se proyecta que alcanzará un pico de alrededor de 10.400 millones de personas durante la década de 2080 y que permanecerá en ese nivel hasta 2100. Más de la mitad del aumento de la población mundial previsto hasta 2050 se concentrará en ocho países: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania.

La población de América Latina y el Caribe, que se ha cuadruplicado entre 1950 y 2022, se prevé que alcance un máximo de 752 millones de habitantes en 2056 y disminuirá hasta alcanzar los 646 millones en 2100. En América Latina y el Caribe, se prevé que la proporción de la población en edad de trabajar empiece a disminuir a principios de la década de 2040.

Los desafíos son enormes en un mundo con cada vez mayores problemas para producir alimentos, generar energía o preservar la paz. A eso hay que sumar el cambio climático y las innumerables catástrofes naturales especialmente en los países más pobres. Las necesidades de Salud, Educación, infraestructura, son inmensas y para países como El Salvador, un enorme costo.

De manera que el pequeño Damián ha venido a un mundo difícil que su generación tendrá que construir con mucho sacrificio.