El Palacio de Nariño, sede de la presidencia de Colombia es el epicentro de un nuevo terremoto político en el seno de la política del país sudamericano tras filtrarse audios de uno de sus excolaboradores en el que insinúa que se usó dinero del narcotráfico en la campaña electoral de Gustavo Petro, quien ha salido a defenderse pero que ahora tiene enormes nubarrones de duda sobre su gobierno.

Por ello varias autoridades colombianas están investigando la campaña presidencial de Petro por presunta financiación irregular, en medio de un escándalo por escuchas ilegales, chantaje y maletines con dólares que salpican al gobierno.

La revista Semana publicó unas grabaciones en las que se escucha a un funcionario amenazando a a la antigua jefa de gabinete, con revelar financiaciones ilegales a la campaña de Petro por unos 3,5 millones de dólares y asegura que de hacerlo se irían todos a la cárcel. De ahí ha surgido el escándalo y las autoridades buscan hilar la maraña de denuncias que viene consigo.

Petro, el primer gobernante de izquierda en Colombia, llegó al poder en agosto pasado y su gobierno que tenía originalmente el apoyo de la izquierda y algunos partidos tradicionales en el Congreso, ha visto cómo se desmorona ese apoyo.

Habrá que ver cómo termina este escándalo que lamentablemente no es el primero en ese país. Hay que recordar el famoso episodio de los “dineros calientes” del narcotráfico que llegaron a la campaña de Ernesto Samper en los años 90. Samper se logró librar de ser destituido, habrá que ver cómo termina para Gustavo Petro.