El comercio entre El Salvador y EE. UU. tenía cero aranceles a partir del 1 de enero de 2025 luego de completar el proceso de degradación del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (CAFTA-DR).

El CAFTA entró en vigencia en marzo de 2006 para El Salvador, pero contempló una degradación arancelaria gradual a cero a partir de 2025.

El acuerdo estipuló degradaciones diferenciadas para sectores sensibles de las economías, así la industria alcanzó liberación total en 2016, pero hubo mayor gradualidad en cadenas agrícolas.

De esa manera, en 2023 se alcanzó liberación total para el ingreso del arroz y se completó para las importaciones de pollo, y el 1 de enero de 2025 se sumó finalmente la actividad de lácteos, completando así el círculo 19 años después del inicio de vigencia del acuerdo comercial.

El libre comercio podría interrumpirse, sin embargo, con la imposición de una tasa de un 10 % anunciada este miércoles por el presidente estadounidense Donald Trump a las importaciones salvadoreñas, como parte de un paquete global para “hacer crecer” a la primera economía del mundo.

Similar tasa se aplicará a Honduras, Guatemala, Costa Rica y Panamá, mientras que para Nicaragua se anunció un 18 %.

Para Trump, las subidas de aranceles "van a traer un crecimiento nunca visto”, restando importancia a las alertas de los economistas que prevén que EE. UU. entre en recesión por el ingreso de mercadería más cara para producir.

Para validar el incremento de tarifas, Trump declaró "estado de emergencia", bajo el argumento que el déficit comercial afecta la salud de la economía estadounidense, por lo cual impera más la ley de EE. UU. frente a los tratados comerciales.

La historia sitúa que Estados Unidos se convirtió en el principal socio comercial para las exportaciones salvadoreñas a inicio del siglo XX, cuando desplazó a Gran Bretaña con las compras de café.

Al cierre de 2024, las exportaciones a la gran economía del mundo sumaron $2,134.9 millones, equivalente a un 33.1 % del total exportado por El Salvador, mientras que las importaciones sumaron $4,423.4 millones, un 27 %.

Beneficiada por el CAFTA, la industria textil y sus manufacturas son los principales exportadores hacia Estados Unidos, con más de $1,421.5 millones en 2024, un 66.5 % del total enviado, según el Banco Central de Reserva (BCR).

El mercado estadounidense es también destino clave para productos sensibles, como azúcares y artículos de confitería por más de $110.4 millones en 2024, o los envíos de café que sumaron $59.7 millones.