La Organización de los Estados Americanos (OEA) confirmó ayer que sí enviará una misión de observadores electorales para los comicios de febrero y marzo próximo en El Salvador, sin duda una buena noticia para la transparencia del proceso.

La Unión Europea aún no ha confirmado una misión de observación electoral o de expertos electorales, aunque ya ha enviado misiones anteriormente en 2018, 2019 y 2021.

Toda observación electoral internacional es positiva para la democracia salvadoreña, permite que representantes de prestigiosas organizaciones internacionales observen cómo se desarrollan las elecciones, los problemas del proceso y suelen ser pieza vital para confirmar resultados electorales como recientemente sucedió en Guatemala o para cuestionarlos, como ha sucedido en años recientes en Bolivia y Nicaragua, donde se documentaron fraudes descarados y otras irregularidades.

La observación electoral es un instrumento que permite analizar los procesos electorales con el objetivo de mitigar los conflictos, fortalecer la confianza de los actores y proponer medidas que mejoren la calidad democrática.

Una buena observación electoral es hecha por personas independientes garantía para los ganadores pero también para el respeto de la voluntad popular. La apertura por parte de los organismos electorales a la observación electoral es una forma de rendición de cuentas y es un derecho de la ciudadanía que, al ser ejercido, fortalece y legitima el proceso electoral. De manera que es muy positivo que la OEA envíe una misión y esperemos que la Unión Europea y otros puedan hacer lo mismo.