La ministra salvadoreña de Relaciones Exteriores definía el lunes la relación con Estados Unidos como “crucial” y subrayaba que ese país son “nuestros mejores socios”. La afirmación de la ministra Alexandra Hill es la definición perfecta de una relación histórica valiosa para los salvadoreños en todos los sentidos.

Estados Unidos es el hogar principal de nuestra diáspora, de tres millones de nuestros connacionales y el hogar de miles más de sus descendientes nacidos en territorio norteamericano y con raíces biculturales inseparables.

Pero además, Estados Unidos ha sido nuestro aliado, nuestro socio, nuestro amigo, nuestro cooperante en circunstancias difíciles como las catástrofes naturales o los conflictos. Salvo nuestra relación fraternal con nuestros vecinos centroamericanos y la relación histórica con España, no hay otra relación tan importante para los salvadoreños como la de Estados Unidos.

El país norteamericano es además nuestro principal socio comercial, el principal destino de nuestras exportaciones y el principal origen de nuestras importaciones. De ahí viene la inmensa mayoría de remesas que sostienen nuestra economía, viene el turismo y la profunda influencia cultural.

Este encuentro entre la canciller salvadoreña y el Secretario de Estado Antony Blinken, es un paso significativo para estrechar relaciones y fortalecer un vínculo que no debe ser perjudicado por los vaivenes políticos de ambas naciones y mucho menos por la perversa influencia de potencias externas.