La reciente visita del subsecretario de Estado estadounidense, Eric Jacobstein al país y su diálogo con autoridades salvadoreñas y personas de la sociedad civil es un buen síntoma de que la relación bilateral está superando las diferencias del pasado reciente y retomando el cauce correcto.

Han pasado los momentos de tensión de hace un par de años y sin duda la llegada del embajador William Duncan ha encarrilado positivamente la relación.

Estados Unidos es nuestro mayor socio comercial, el hogar de casi un tercio de los salvadoreños que además aportan con sus remesas un importante porcentaje de nuestro Producto Interno Bruto y de la recaudación fiscal.

Los dos pueblos además tienen una relación estrecha, familias binacionales, familias biculturales y una profunda influencia hacia ambos lados.

Sin duda seguirán habiendo diferencias entre los dos gobiernos, muchas de las preocupaciones estadounidenses sobre El Salvador son también preocupaciones de los salvadoreños, pero no hay que olvidar que los Estados Unidos de América ha mostrado ser un socio confiable que no nos ha abandonado en momentos tan difíciles como la guerra civil, huracanes o terremotos. E incluso, acogió a nuestros refugiados debido a las catástrofes naturales o el conflicto armado.

Es importante superar las diferencias, seguir hablando con franqueza y buscar entendimientos, la buena relación con Estados Unidos debe ser siempre prioridad porque solo traerá beneficios para los salvadoreños de aquí y nuestros connacionales de la diáspora.