Siempre es admirable el espíritu emprendedor de los empresarios, ponen su capital y asumen los riesgos en cualquier circunstancia, enfrentando todo tipo de dificultades e incluso pérdidas. De manera que es un homenaje justo para un sector que trabaja duro por el desarrollo y crecimiento económico de El Salvador.
A pesar de ello, el entorno internacional no es el mejor y por cuarto mes consecutivo, las exportaciones de bienes elaborados por manos salvadoreñas han cerrado en saldos rojos, acumulando una contracción interanual de 7.2 %, según el Banco Central de Reserva (BCR). El año pasado se caracterizó por el efecto inflacionario, es decir, que las empresas estaban enviando menos productos, pero a mayor precio. Este 2023, la tendencia ha cambiado y el volumen enviado ha crecido un 0.1 %.
Una preocupación es que las exportaciones a Estados Unidos, el principal socio comercial y a donde se dirige el 38.9 % de nuestras ventas, han caído un 12.7 % en el primer semestre. Lo mismo ha ocurrido con Honduras, un 13 % menos, y con Costa Rica, un 0.7 %. Estos dos últimos países son el tercero y cuarto comprador, respectivamente. Esto es un nuevo desafío para los empresarios, que una vez más enfrentan estos riesgos y no abandonan sus esfuerzos.