El Gobierno anunció el jueves una inversión de $61 millones en la construcción del nuevo hospital Rosales, un referente médico e histórico de San Salvador. Se trata de una valiosa inversión para la salud pública que sin duda traerá una notable mejora para los miles de salvadoreños que se tratan en ese nosocomio.

El presidente Nayib Bukele anunció que el nuevo hospital contará con 87 consultorios, 44 salas de procedimiento, clínicas de anticoagulación, área de hematooncología, área de resistencia pulmonar, de electrocardiograma, cuidados paliativos y sala de laboratorio protésico. Además, nuevas áreas de cardiología, gastroenterología, cirugía plástica, urología, entre otros. También anunció que habrá un área de hemodiálisis para hacer 80 diálisis a la vez. Todos esos avances son muy positivos para la salud de los salvadoreños.

Pero, además, algo muy importante es que tanto la inversión en el hospital Rosales como en el anunciado nuevo hospital de Nejapa, traerán dignidad a los pacientes. Las condiciones del Rosales han sido deplorables en las últimas décadas, una atención precaria no solo por la falta de recursos sino por un personal médico que algunas veces carece de empatía con los pacientes.

Y eso es lo otro que hay que mejorar en el sector público y el seguro social, la actitud del personal de Salud hacia los pacientes. Tratarlos con dignidad, con respeto, con paciencia, con empatía. Son quejas permanentes los retrasos en atención y, aunque hay un esfuerzo por mejorar los sistemas de citas, queda mucho por hacer aún.

Los hospitales nuevos son pasos positivos y en la dirección correcta, la mejoría de atención por parte del personal de Salud es otro paso que hay que seguir.