Para la inmensa mayoría de empleados estatales y del sector privado, mañana inician las vacaciones agostinas, una época que es para el sano esparcimiento, el descanso y la vida familiar.

Lamentablemente, las épocas vacacionales no solamente traen descanso y esparcimiento sano, desgraciadamente nos traen dolor, accidentes lamentables, personas ahogadas, muchas tragedias que pudieron evitarse con un poquito de responsabilidad y sentido común.

La meta de todos debería ser disfrutar responsablemente para regresar sanos y salvos de las vacaciones. Por mucho esfuerzo que las autoridades hagan en el despliegue de seguridad y control vehicular, especialmente el antidoping, es usual ver accidentes provocados por gente que se distrae, por el mal uso que hacen del teléfono móvil, ya sea hablando o enviando mensajes de texto. Es una práctica que pone en peligro su vida y la de aquellos que tienen la mala suerte de circular cerca de ellos.

Las consecuencias de la irresponsabilidad llegan también a nuestros seres queridos, a veces de manera irremediable e irreversible. No olvide cuidar a sus niños y ancianos. Ellos pueden pagar las consecuencias de sus actos.

La tarjeta de crédito la tendrá que pagar con intereses, si abusa de ella. Cuide su bolsillo. Recuerde que hay vida después de las vacaciones y hay obligaciones económicas impostergables.

La meta de todos debe ser disfrutar responsablemente para regresar sanos, salvos y recargados de las vacaciones.