Las últimas veces que el fenómeno ha llegado al país ha provocado largos periodos de sequías especialmente en el oriente del país, una zona importante para el cultivo de granos básicos. En 2018, “El Niño” hubo períodos de hasta 40 días sin lluvias y eso causó pérdidas millonarias para el sector agrícola.
Los productores de granos básicos comienzan a sembrar con las primeras lluvias del invierno, sobre todo en la zona occidental, mientras que los agricultores de oriente suelen esperar a que pase la canícula, que ocurre a finales de julio en el corredor seco. Y es ahí precisamente dónde está el problema ya que se prevé que los meses más lluviosos, agosto y septiembre, reduzcan sus acumulados debido a la presencia del fenómeno
El fenómeno de El Niño ocurre cuando las aguas del Océano Pacífico se calientan, mientras que La Niña se genera al combinarse un calentamiento del Atlántico con un descenso de las temperaturas en el Pacífico.
Los registros del Ministerio de Medio Ambiente indican que El Salvador ha sufrido 13 fenómenos de El Niño en los últimos 47 años, frente a 16 años que experimentó los efectos de La Niña.
Los cambios de temperatura y de las corrientes marinas pueden afectar los océanos, repercutiendo también en la pesca. De manera que este año y el próximo pueden complicarse más con este fenómeno y sumarse a la serie de crisis yuxtapuestas que ya estamos enfrentando.