Esta decisión se produce tras el rechazo de dos recursos que cuestionaban la constitucionalidad de la normativa.
Avril Lovelace Johnson, presidenta del panel de siete jueces, afirmó que "no hay ninguna acción que la Corte Suprema pueda anular bajo su competencia", al anunciar el fallo.
La ley establece penas de hasta tres años de prisión para quienes mantengan relaciones homosexuales, y de tres a cinco años para aquellos que "promuevan, patrocinen o apoyen intencionalmente actividades LGTB+".
Ghana, un país con una fuerte influencia religiosa y conservadora, prohíbe las relaciones entre personas del mismo sexo desde la época colonial, aunque hasta el momento no se habían registrado casos de procesamiento. Este proyecto de ley, que ha sido objeto de críticas en Occidente, podría entrar en vigor una vez que sea ratificado por el presidente Nana Akufo Addo.
Tras la aprobación legislativa, Akufo Addo, quien concluirá su mandato el 7 de enero, indicó que esperaría el fallo de la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de la ley antes de tomar una decisión sobre su promulgación.
La Corte Suprema fue convocada por el periodista Richard Dela Sky y la investigadora Amanda Odoi para abordar este asunto.