Carlos Lehder, uno de los fundadores del cartel de Medellín y figura central del narcotráfico en los años ochenta, reapareció públicamente en Colombia tras 38 años de haber sido extraditado a Estados Unidos. En una entrevista con la revista Semana, el excapo aseguró estar “complacido” de regresar a su país y admitió que el narcotráfico fue su “mayor error”.

Lehder, quien permaneció 33 años preso en cárceles de máxima seguridad, relató cómo sobrevivió al encierro y cómo logró una reducción de pena tras testificar en el juicio contra el dictador panameño Manuel Antonio Noriega. “Me condenaron a cadena perpetua más 135 años. Pensé que moriría encerrado. Pero Dios tenía otros planes”, confesó entre lágrimas.

En su regreso, el exnarcotraficante fue detenido brevemente por una alerta judicial de 1985, ya expirada. Tras demostrar que no tiene procesos pendientes en Colombia, quedó en libertad y anunció su participación en la Feria del Libro de Bogotá para presentar su obra “Vida y muerte del cartel de Medellín”.

Durante la entrevista, Lehder fue enfático al advertir sobre los peligros del negocio ilícito. “Traficar cocaína es un mal negocio. Tarde o temprano los atrapan o los matan”, dijo. Además, criticó a las guerrillas y pidió que “quienes crean en el comunismo, se vayan a vivir a Cuba”.

También reconoció que felicitó a Pablo Escobar tras el asesinato del exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, un hecho del que se arrepiente. “Fue un error de mi parte. Hoy, en retrospectiva, lamento profundamente ese pronunciamiento”, sostuvo, negando cualquier participación directa en el magnicidio.

Lehder negó rotundamente que el cartel de Medellín financiara la toma del Palacio de Justicia en 1985 por parte del M-19. “Escobar y el cartel no tenían negocios con esa guerrilla. Popeye se inventó esa historia”, afirmó, y acusó a la Comisión de la Verdad de haber utilizado testimonios sin verificar.

A la pregunta sobre los políticos que habrían recibido dinero del cartel, el excapo evitó dar nombres directamente, aunque reiteró que “en el libro están”. Sin embargo, reconoció que el cartel financió campañas y pagó sobornos a funcionarios para proteger sus operaciones.

Sin lujos ni fortuna

Pese a haber manejado millones, tener yates, islas y aviones, Lehder aseguró que hoy vive de sus libros y solo tiene “1,000 euros” en el bolsillo. “Perdí todo. El narcotráfico no deja nada. Es un negocio que destruye”, insistió.

Ahora con 75 años, y planes de volver a Alemania, Lehder expresó su deseo de recorrer Colombia en paz. “No creo que alguien quiera hacerme daño. Pero si detecto algo, tomaré las medidas necesarias”, advirtió.

Al ser cuestionado sobre la legalización de las drogas, fue tajante: “Estoy en contra. Bastantes problemas hay ya. Solo apoyo la legalización del uso recreativo de la marihuana”.

Finalmente, Lehder pidió perdón a los colombianos: “Fui parte del cartel, transporté cocaína. Pero no he matado a nadie. Estoy arrepentido. No quiero que ningún joven repita mi error”.

El excapo, que ahora se define como “un hombre libre y arrepentido”, busca cerrar su capítulo con Colombia sin pretensiones políticas ni protagonismo. Solo, como él mismo lo dijo, “vivir tranquilo los años que me quedan”.