En la primera semana de gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, México recibió a unos 4.000 migrantes deportados, en su mayoría mexicanos, informó este lunes la presidenta Claudia Sheinbaum.

"Del 20 al 26 de enero se han recibido 4,094 personas, la gran mayoría de ellas mexicanas... Hasta ahora no ha habido un incremento sustantivo" en las expulsiones, dijo la mandataria en su conferencia de prensa.

En ese sentido, Sheinbaum señaló que existen estructuras y mecanismos para acoger y recibir a los mexicanos que han sido expulsados, pero instó a Washington respetar los Derechos Humanos durante el proceso de repatriación.

Sheinbaum destacó también el acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, pues "no es bueno ni las tarifas ni otros mecanismos" y "debe prevalecer el diálogo y el respeto", pero "siempre con los principios de defensa de la soberanía y de los mexicanos y mexicanas en el exterior".

La mandataria explicó que estos números están en el registro habitual de nacionales deportados desde el país vecino.

Poco más de 190,000 personas fueron deportadas a México de enero a noviembre 2024, según cifras del gobierno, es decir más de 17,200 por mes.

Sheinbaum confirmó que México ha recibido cuatro aviones con deportados en la semana del 20 al 26 de enero, luego de que asumió Trump, quien ha prometido una deportación histórica de extranjeros sin papeles.

Por otro lado, la izquierdista dijo que analiza cómo será la participación de México en la reunión Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, para hablar de migración ante la ofensiva de Trump.

Crisis diplomática con América Latina

La agresiva política migratoria de Trump provocó en los últimos días una crisis diplomática con varios países de América Latina. El pasado sábado, México se negó a recibir un vuelo procedente de Estados Unidos con 80 de sus ciudadanos deportados. Por su parte, Brasil denunció el uso indiscriminado de esposas y grilletes para trasladar a una parte de los 88 de sus compatriotas expulsados.

Sin embargo, fue con Colombia con quien la Administración Trump protagonizó el mayor enfrentamiento, con amenazas mutuas de imponer aranceles a sus respectivas exportaciones, si bien en apenas unas horas la crisis parece haber quedado resuelta, con la Casa Blanca asegurando que el presidente Gustavo Petro se acopló a todas las demandas exigidas desde Washington.

Hasta tres vuelos más han llegado a Guatemala en las últimas horas, mientras la Casa Blanca ha destacado en sus comunicados que algunos de los deportados cuentan con antecedentes penales, en la línea de un Trump que ha hecho de relacionar delincuencia con inmigración parte habitual de su campaña política.

En respuesta, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) convocó para el próximo 30 de enero una reunión de presidentes y jefes de Estado para abordar este asunto, tal y como adelantó la mandataria hondureña, Xiomara Castro, que ejerce la presidencia 'pro tempore' de la organización.

No obstante, la presencia en la Celac de aliados de Trump, como los presidentes de Argentina, Javier Milei, o de El Salvador, Nayib Bukele, hacen muy complicado una reacción en bloque sobre esta cuestión.