Los obispos hondureños manifestaron este viernes su "indignación" por las anomalías ocurridas durante las elecciones primarias e internas del pasado domingo, pero al mismo tiempo se declararon "admirados" por la determinación del pueblo en su ejercicio democrático.

"Con toda la población, nos sentimos indignados pero a la vez admirados. Indignados con los que muchos califican de boicot a las elecciones, pero sobre todo admirados del pueblo hondureño y su firme convicción democrática", señaló la Conferencia Episcopal en un comunicado.

Los obispos instaron a la justicia a realizar una investigación exhaustiva sobre el retraso en la entrega de las maletas electorales, especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las principales ciudades del país. Subrayaron la importancia de deslindar responsabilidades para garantizar la transparencia del proceso electoral.

En un hecho sin precedentes, en la capital hondureña se observó cómo cientos de maletas electorales permanecieron por horas en microbuses del transporte urbano sin resguardo, mientras miles de ciudadanos esperaban en largas filas para votar en centros que abrieron con horas de retraso.

El proceso electoral inició a las 07:00 AM , pero en varios centros de votación el material llegó con más de 12 horas de demora, lo que obligó a extender la jornada hasta el lunes en la madrugada.

Por ley, la distribución y custodia del material electoral está a cargo de las Fuerzas Armadas, en coordinación con el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, diversos sectores han señalado a los militares como responsables de las fallas en la logística, sin eximir de culpa a los tres consejeros del CNE, representantes de los principales partidos políticos.

Algunas voces acusan directamente al expresidente Manuel Zelaya, coordinador del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre), de haber manipulado el proceso. También se señala a la ministra de Defensa, Rixi Moncada, quien además es la virtual candidata presidencial por Libre. Aunque su doble rol es legal, algunos cuestionan la ética de su participación en el proceso

En su comunicado, la Conferencia Episcopal reafirmó que "si esos hechos han supuesto una injusta ofensa a la democracia, esperamos que la explicación de éstos no suponga una ofensa -más grave aún- a la inteligencia del pueblo hondureño".

Los obispos también elogiaron el compromiso de la ciudadanía, calificando a los votantes como "héroes del 9 de marzo" por su paciencia y determinación para sufragar. "Los votantes hondureños se han convertido en ejemplo mundial de un pueblo dispuesto a defender sus derechos constitucionales de manera pacífica, perseverante e inteligente", destacaron.

Finalmente, hicieron un llamado a que las elecciones generales del 30 de noviembre se desarrollen en paz y transparencia, exhortando a los organismos responsables a actuar con diligencia y sin manipulaciones.