Nacida en la cárcel de Tocorón, en el estado venezolano de Aragua (centro-norte), la banda está compuesta por unos 5.000 hombres. El "Tren de Aragua" surgió en 2014, operando en actividades mafiosas "clásicas": secuestros, robos, drogas, prostitución y extorsión, pero más tarde se expandieron a la explotación ilegal del oro en un país que cuenta con algunos de los mayores yacimientos auríferos del mundo.
Sus tentáculos, que también se extienden a negocios legales, alcanzan a la remota población de Las Claritas, en el minero estado Bolívar (sureste), llegando a controlar aspectos de la vida cotidiana, desde comercios hasta servicios de salud.
Esta organización criminal también ha "aprovechado" la crisis sin precedentes que vive Venezuela desde 2013 para traspasar fronteras e instalarse en al menos "otros ocho países latinoamericanos”.
"Entre estos 7 millones de venezolanos que se fueron del país, hay integrantes de grupos criminales que ya no tenían a quien secuestrar, robar... La pandilla identificó una oportunidad de negocio criminal en esta inmigración", explica la periodista Ronna Rísquez, quien escribió un libro sobre la banda.
El "Tren de Aragua" se sumó también a las mafias de traficantes de personas conocidos en América Latina como "coyotes", además de manejar redes de prostitución con venezolanas en Perú, Ecuador y Chile, captando nuevos miembros en situaciones precarias, en las rutas migratorias.
"En Chile encontraron que no había otro grupo armado capaz de competir con ellos. Ahora están vigentes de norte a sur, según las propias autoridades chilenas", apunta Rísquez, quien ha recibido amenazas de muerte luego de la publicación.
En Brasil, la banda ha hecho una notable "alianza con el principal grupo armado, el PCC" (Primer Comando de la Capital, grupo originario de Sao Paulo también creado en una prisión) en torno a la venta de armas y la prostitución.
"El Tren de Aragua representa una amenaza mortal en toda la región. Aprovecha sus redes transnacionales para traficar con personas, especialmente mujeres y niñas migrantes, a través de las fronteras con fines de tráfico sexual y esclavitud por deudas. Cuando las víctimas buscan escapar de la explotación, sus miembros a menudo las matan y publicitan sus muertes para amenazar al resto", ha explicado el Departamento del Tesoro de Estados Unidos este jueves al designar a la banda como una organización criminal transnacional.
Según la Administración Biden, el Tren de Aragua se ha infiltrado en economías de Latinoamérica, ha establecido operaciones financieras transnacionales, ha lavado fondos a través de criptomonedas y tiene vínculos con el PCC, una de las grandes organizaciones criminales de Brasil.

De la cárcel de Tocorón a una banda transnacional
La organización surgió a comienzos de los 2000 dentro del sindicato en las obras de un ferrocarril que nunca fue terminado. De comisiones por puestos de trabajo saltó a la extorsión, sicariato, narcotráfico y hasta trata de personas. Se le atribuyen crímenes atroces con desmembramiento en Colombia, pero también en Chile, Ecuador, Perú y Bolivia.La megabanda emergió en el estado Aragua (norte), donde está la cárcel de Tocorón. Del cobro por asignación de puestos de trabajo en el tren, pasó a secuestros y robos en las autopistas, para luego agregar el resto de delitos que hoy practican.
La organización nació hace más de una década, aunque fue Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “El Niño Guerrero”, uno de los principales cerebros del grupo delictivo, quien la lleva a lo que es hoy cuando asumió su control en 2013 en Tocorón, donde impuso su ley como "pran" (líder de reclusos).
El 'Niño Guerrero” permanece prófugo desde 2023 cuando las autoridades venezolanas intervinieron la prisión de Tocorón, pero ha sido mencionado como un aliado de la dictadura de Nicolás Maduro, que habría utilizado a sus hombres para reprimir a manifestantes opositores.
Guerrero tiene difusión roja de Interpol y es ahora una de las figuras criminales más buscadas por Estados Unidos, Chile, Perú y Colombia.
Estados Unidos ofreció este jueves $5 millones de recompensa por Guerrero, $4 millones por Yohan José Romero (alias Johan Petrica) y $3 millones por Giovanny San Vicente (alias Giovanny), los tres cabecillas de la banda. Estas recompensas del Departamento de Estado se ofrecen en coordinación con el Gobierno de Colombia.

Migración
El primer movimiento es hacia las zonas fronterizas. "Se percataron de que en la migración había una oportunidad de 'negocio' y convirtieron a los migrantes venezolanos en sus primeras víctimas", señala Rísquez.
Los primeros casos en otros países se reportan entre 2016 y 2018. La operación también se expandió al este de Venezuela para buscar controlar el tráfico de drogas hacia el Caribe.