César Castro Fagoaga asumió como presidente de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) el 31 de julio. Afirma que están intentando crear las condiciones mínimas para la seguridad de los periodistas en El Salvador. Prevé ataques de funcionarios públicos por ser editor de la Revista Digital Factum y asegura que no ve un compromiso del Gobierno de El Salvador por respetar el ejercicio periodístico. La entrevista fue realizada el 28 de julio, antes de que un grupo de representantes de organizaciones civiles dijera que el presidente Nayib Bukele se comprometerá a respetar la libertad de expresión. El presidente aún no se pronuncia. Sobre un similar compromiso que tomó el presidente ante el gobierno de los Estados Unidos, es incrédulo.

 

¿Cómo toma las riendas de la APES en este periodo?

Si bien es cierto esta es mi primera vez como parte de la junta directiva, todo este año he estado empapándome de los problemas que desde la APES se trabajan. No es algo que me sorprenda, conozco lo qué hace la APES, he estado en contacto con periodistas en el país y estoy consciente de lo difícil que está siendo ejercer el periodismo aquí en El Salvador. Lo hemos externado varias veces desde la APES, estamos preocupados por la tendencia sistemática que tiene esta administración de bloquear a los periodistas y justamente por eso mismo una de las principales prioridades de la APES es la protección de los periodistas. Nuestros estatutos nos demandan la protección del gremio, que haya las condiciones mínimas para que todos nosotros podamos ejercer con libertad. Sé que es difícil, pero eso es lo que vamos a trabajar.
Ahora mismo hay un gobierno antiprensa, antitransparencia y los periodistas somos de los últimos reductos que quedan para ir salvaguardando la democracia... Hay un discurso de odio, estigmatizante, en contra de los medios”.

¿Cree que hay menos libertad para ejercer el periodismo en El Salvador?

Yo no creería que libertad sea la palabra, sino que ahora hay muchas trabas. Nunca ha sido fácil hacer periodismo en este país, siempre ha sido complicado porque hay poderes que no les gusta que los controlen. A presidentes del pasado no les gustaba que preguntaran, no les gustaba rendir cuentas y, sin embargo, el periodismo de este país siempre dio a conocer casos importantes de corrupción, dio a conocer cómo los presidentes de este país se robaron millones y millones de dólares, por el periodismo, conocemos eso. También, dio a conocer pactos oscuros de gobiernos con las pandillas, no solo durante el gobierno de Funes sino durante la administración actual del señor Bukele.

Entonces, ha sido siempre complicado porque el poder siempre estará incómodo con que se le cuestione. Pero ahora, definitivamente, hay muchas más trabas por varias razones y creo que son tres las principales: una, porque hay un discurso de odio, estigmatizante, en contra de los medios de comunicación y periodistas. Tanto el presidente Bukele, como sus funcionarios y sus fanáticos, se dedican a insultar constantemente a la prensa y eso tiene dos objetivos: uno, tratar de ver a los periodistas como opositores políticos, lo cual es otra mentira de esta administración; y dos, humillar y tratar de ganarle la moral a los periodistas. Muchos periodistas, cuando están bajo ataque y acoso constante, se la piensan en seguir haciendo su trabajo, tienen temor y es lo que justamente esta administración quiere: que las voces críticas se callen.
Hay una intención de controlarlo todo y es muy obvio. Cualquiera lo puede ver por el control que tiene Casa Presidencial en la Asamblea, en la Corte, en la Fiscalía, en la Policía: todo el Estado. Hay una intención de controlar lo que se discute”.

¿Tienen un registro de las agresiones y limitaciones contra la prensa?

Durante todo 2020, la APES registró en su centro de monitoreo 125 agresiones y limitaciones contra la prensa. En los primeros seis meses de 2021, entre el 1 de enero y el 23 de julio, hemos registrado 160 agresiones y vulneraciones. La cifra ya es mucho mayor que todas las del año pasado.

 

¿Es mayor que en gobiernos anteriores?

La APES registra las agresiones desde 2018, lo que sí puedo decir es que las agresiones han ido subiendo de forma progresiva y esto todavía más durante la administración de Bukele. También, podemos señalar que el principal agresor es la Policía Nacional Civil (PNC), tenemos 35 de estos tipos de agresiones, ¿de qué tipo?, pues, existen graves, como la ocurrida contra el periodista de El Diario de Hoy, pero también hemos visto que, por ejemplo, en accidentes de tránsito, escenas de homicidio, intentan bloquear que los periodistas hagan su trabajo. ¿Por qué es importante denunciarlo? Porque la labor constitucional de la Policía es muy distinta a ser un guardián de la propaganda. No vamos, obviamente, a pasar la línea amarilla porque nadie quiere contaminar una escena del crimen, lo que pasa es que en muchos casos en el interior del país, los policías están bloquéandolos para defender la propaganda oficialista, para que no se reviente la burbuja de lo que está ocurriendo en el país. Así, los policías se convierten en activistas políticos en defensa del oficialismo y no cumplen su labor constitucional.



¿Cuáles son los retos que tiene como nuevo presidente de la APES en medio de este aumento en las agresiones?

Intentar asegurar a los colegas las condiciones mínimas de seguridad, que será complicado, pero también hacer entender a la población la importancia que tiene la labor periodística en la sociedad. Yo creo que mucha gente no entiende que, cuando se agrede a un periodista, se está limitando el derecho de las personas a recibir información. Quiere decir que, cuando se está atentando contra un periodista, también se atenta al derecho humano que tiene la población a la libertad de expresión. Porque la libertad de expresión no solo es difundir, también es recibir información. Entonces, uno de los retos es tener una alfabetización mediática, que la gente no se quede con la memoria corta y que entienda que gracias a las grandes investigaciones periodísticas es que ellos saben que Flores, Saca, Funes y que Bukele son corruptos. Porque eso, lo conocieron gracias al periodismo: el periodismo reveló los sobresueldos, los pactos con pandillas, los desfalcos millonarios al Estado. El periodismo no distingue entre esos colores políticos porque te ha contado la corrupción de donde venga y eso es importante hacerle ver a la población. Es un servicio ciudadano y por tanto debe protegerlo. Yo quisiera que la gente recordara esto y dijera: no vamos a permitir que se ataque a los periodistas.
Ellos tienen el dominio de la acción penal y mañana, si se les ocurre, pueden meter a cualquier periodista preso. Y nadie haría nada. Por eso es importante que la población reaccione y la comunidad internacional también”.

¿Están siendo víctimas de algún tipo de persecución o vigilancia como denunció la expresidenta de la APES, Angélica Cárcamo?

Sí. De hecho, Angélica recibió un montón de ataques digitales, insultos, desacreditaciones. Los ataques virtuales son particularmente más dañinos en contra de las mujeres porque tienen un componente machista, un componente misógino y de agresión sexual que no tienen los ataques contra los hombres.

Hay que tener un especial cuidado con las colegas mujeres porque no pueden quedar impunes. Lo triste es que muchos de estos comentarios provienen de funcionarios patanes que lideran este tipo de cosas y dan rienda suelta a que sus fanáticos atenten contra colegas periodistas.

Colegas periodistas han denunciado seguimiento, vigilancia en sus casas, tomas de fotografías fuera de sus casas, son cosas que nos preocupan. El mismo ministro de Seguridad reconoció que están dando seguimiento a periodistas y que hay un patrullaje digital. Estas declaraciones, en cualquier país decente, nadie se atrevería a decirlas. No se puede seguir a periodistas, es una acción antidemocrática y el gran problema es que estos funcionarios se saben impunes. La APES ha recogido denuncias de seguimiento, vigilancia, fotografías cuando andan cubriendo, ¿con qué objetivo?, nos preocupa. Yo, particularmente recibo insultos diarios. En el pasado, he recibido amenazas; hay que acudir a las instituciones cuando esto ocurre.



¿Hay temor de que ataquen y desacrediten a la APES porque usted es miembro de Factum?

No. Eso va a ocurrir. Ya lo están haciendo y eso no va a cambiar. Nosotros como APES recibimos un montón de insultos y de un discurso que lo que intenta es hacernos ver como opositores políticos, lo cual no es cierto.

 

Dentro de los compromisos que asumió Bukele con Estados Unidos, en una hoja de ruta publicada el mes pasado, está el respeto al ejercicio periodístico. ¿Cree que seguirá incumpliéndose o se den más garantías?

No creo (que se cumpla). Por desgracia, a menos que pasara algo completamente irreal, yo creo que vamos a peor y que la falta de garantías va a seguir creciendo. No veo yo a Bukele haciendo un acto de culpa, reconociendo que se ha equivocado y que ha mentido descaradamente a la gente y mucho menos respetando al gremio. Este gobierno no solo es muy mentiroso, es alérgico a la transparencia y, solo por ese hecho, no puede dejar de atacar al periodismo. Yo no veo que las condiciones van a cambiar. El periodismo ha revelado actos de corrupción de funcionarios actuales y otros que ya han salido; y la respuesta de esta administración ha sido defender a estos funcionarios y a su corrupción. Lo que veo es que se profundizará esta estrategia de ataque a la prensa.
La Sala de lo Constitucional es una sucursal de Casa Presidencial. Uno de los nuevos magistrados fue empleado de Casa Presidencial en el IAIP y antes fue empleado de Capres en la SIGET, No hay garantía”.

La PNC emitió un memorando interno que llamó la atención a policías que agreden a periodistas y ciudadanos. ¿Es esta la acción que esperaban de la autoridad?

Lo que me llama la atención de ese memorando interno es que hacen mención al periodista y al hecho, pero no recalcan en el punto que tienen que proteger y preservar la integridad de los periodistas como ciudadanos que son. Mencionan a Beltrán Luna, pero no hacen hincapié en que no hay que agredir a los periodistas. Es una injusticia porque ese tipo que agredió a Jorge debería estar procesado. Un memorando no resuelve todo, hay un montón de policías que ya están envenenados por el discurso de esta administración. Creo que ahorita hay una oleada “de justicia”, yo esperaría que la policía también se someta a esto y no solo al delito en contra de Jorge, sino a los numerosos casos en los que está involucrada la policía.



¿Cuál es el llamado a los periodistas que están en medio de situaciones en las que se ve en peligro su seguridad?

Como APES, tenemos varios manuales de seguridad en nuestra página web, los animo a que los lean. Segundo, que se acerquen a la APES, no importa si están agremiados o no; si están en una situación de peligro, estamos para brindar socorro jurídico y, si la situación es extrema, buscar como recolocarles. Es importante que el gremio esté unido. Porque ahora mismo hay un gobierno antiprensa, antitransparencia y los periodistas somos de los últimos reductos que quedan para ir salvaguardando la democracia. En este momento es cuando más debemos investigar y seguir haciendo periodismo, contar a la gente lo que ocurre. El periodismo es una urgencia y por eso debemos estar orgullosos de ser periodistas: ojalá que la población se dé cuenta que defendiendo a los periodistas, está defendiendo la democracia y su derecho de recibir información de calidad.

 

3 datos que debes de conocer


 

  1. Discurso de odio


El presidente de la APES considera que el discurso de odio en contra de la prensa ha calado en agentes de la Policía Nacional Civil y la población.

 

  1. Incumplimiento


El presidente de la APES considera que habrá incumplimiento a los compromisos que adquirió el presidente Nayib Bukele para respetar la libertad de prensa.

 

  1. Nueva audiencia


La APES solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una nueva audiencia para hablar sobre la situación en El Salvador.

 

El perfil


César Fagoaga, presidente de la asociación de periodistas de el salvador (Apes).

Periodista. Jefe de Redacción en Revista Factum.

Se formó como periodista en El Faro, donde fue reportero y posteriormente jefe de Redacción. Ha trabajado en La Prensa Gráfica como reportero, coordinador de la Revista Séptimo Sentido y editor de la sección Judicial. Como freelance ha escrito en periódicos y revistas de México y España.