Con sus tradicionales flores en las sienes, la querida intérprete de "Coatepeque" contribuyó a esta velada que busca recaudar fondos para transformar a jóvenes de países en conflicto en verdaderos líderes de paz, a través de una vida de convivencia, formación y estudio.
En efecto, la organización hace posible que 30 jóvenes entre 23 y 26 años originarios de varias naciones convivan en un pequeño pueblo medieval a orillas del río Arno, como "parejas de enemigos": rusos y chechenos, azerbaiyanos y armenios, israelíes y palestinos, ucranianos y rusos, indios y pakistaníes.
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"El enemigo no es más que una construcción de la mente generada por el miedo", afirma Franco Vaccari, psicólogo, conferenciante y fundador de Rondine Cittadella della Pace, candidata al Premio Nobel de la Paz.
"¡Objetivo cumplido! Una noche hermosa, solidaria, acompañada por musicos cubanos y el maestro Sergio Kuhlmann, una suerte poder devolver a Dios sus bendiciones por medio de mi voz", manifestó la salvadoreña en sus redes sociales.
Por otro lado, la cantante recordó que próximamente volverá a su tierra cuscatleca para llevar a cabo otro concierto benéfico, esta vez para el Hogar de Ancianos San Vicente de Paúl en San Salvador.