Si bien es cierto que el neoyorquino Romeo Santos brindó un gran concierto en el estadio Cuscatlán el pasado miércoles 12 de abril, varias personas se quejaron por el desorden que se dio para el ingreso a algunas localidades, lo que puso en riesgo su seguridad e hizo que algunos perdieran los lugares que habían reservado, y posiblemente, fuera la causa para que el artista subiera al escenario hasta las 10:50 de la noche.

Ante estos inconvenientes, la empresa organizadora del evento, Global Promotions emitió un comunicado este viernes 14 de abril, en el que responsabiliza a la empresa PASSLINE, encargada de los tickets, donde cita que la misma estaba a cargo de la venta de tickets, el manejo del ingreso, distribución de las localidades y seguridad digital de lectura de boletos en los accesos a las distintas localidades.

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"Se convino que Ante el evidente fallo en los servicios ofrecidos por PASSLINE, y en coordinación con las autoridades, decidimos abrir el acceso de Platea, a efecto de evitar que los hechos se agravasen. Como consecuencia de estos fallos, Global Promotions se reserva el derecho de tomar las medidas legales necesarias para hacer frente a los daños causados por PASSLINE", puntualizó el comunicado.

Sin embargo, la empresa boletera PASSLINE Internacional emitió dos comunicados este domingo 16 de abril en sus redes sociales. El primero especifica sobre el día del evento: "nuestro rol como proveedor de servicios de los organizadores fue el vender los boletos a los asistentes y posteriormente realizar la validación de los mismos, por medio de nuestros sistemas, en los lugares y bajo la logística designada por ellos... Nuestro personal no tiene facultad respecto al lugar designado como punto de ingreso y validación, lo cual es responsabilidad exclusiva del organizador del evento", apuntó.

El comunicado apunta que el retraso del concierto no se debió a la caída en sus sistemas de validación, como se rumoró en redes sociales. "Las únicas personas que no pudieron ingresar fueron aquellas cuyas entradas digitales contaban con irregularidades, fuera del control de PASSLINE", dice el documento.

Un segundo comunicado de la empresa boletera informó: "la seguridad y organización del concierto no estuvieron bajo nuestra responsabilidad. Nuestra labor se limita a venta y chequeo de tickets en el ingreso". Además, señalaron: "la falta de ingresos señalizados, carriles independientes, seguridad suficiente, apertura de puertas con la debida anticipación, son responsabilidad de la empresa organizadora".

"Y entonces porque jamás me pidieron mi boleto cuando pagué un montón de dinero y hubo gente no pagó ni un centavo y logró entrar. Nadie hizo su trabajo como debían hacerlo", se quejó una seguidora en los comentarios.

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El público se quejó de inconvenientes y tardanza para el ingreso al concierto.
El público se quejó de inconvenientes y tardanza para el ingreso al concierto.