La razón es una intensa campaña de marketing que ha puesto a la muñeca en todas partes, para ser tema de interés de diversos públicos, especialmente de aquellos nostálgicos que crecieron con la rubia que parece tener una vida simple, como alguna vez mostrara la millonaria Paris Hilton.

Intelectuales pueden llegar a tener candentes discusiones sobre si Barbie refuerza los estereotipos tradicionales y limitados de la mujer, que está obligada a ser linda, a cocinar, cuidar del hogar y de los hijos. Otros considerarán la evolución natural de su imagen, que ahora incluye muñecas de distintas profesiones, complexiones corporales, etnias, discapacidad o hasta síndrome de down.

En la película, la rubia es expulsada de “Barbieland” por no ser una muñeca de aspecto perfecto, por ello tendrá que buscar la felicidad en el mundo real y como ser humano.
La expectación por esta historia protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling (en el papel del muñeco de Ken) más allá de las premieres y las alfombras rosa, ha incluido un bombardeo de productos y accesorios relacionados a Barbie, campañas con influencers y la exhibición inmersiva “The World of Barbie”, en Los Ángeles, que ha inspirado eventos temáticos en todo el mundo, sin faltar El Salvador.

Además, HBO Max presentó la competencia de renovación de casas “Barbie Dreamhouse Challenge”, para dar vida a la casita de muñecas. Y en cuanto a música, el soundtrack oficial incluyó a Dua Lipa y a la colombiana Karol G, además de revivir el megaéxito “Barbie girl”, que en 1997 inmortalizara al grupo danés Aqua.
La millonaria campaña, que involucró a miles de creadores de contenido de forma directa e indirecta, parece haber comido el mandado a otro megaestreno del fin de semana: “Oppenheimer”, sobre el inventor de la bomba atómica; y desplomaría también a la película más vista del finde anterior: la saga “Misión Imposible: Sentencia mortal, parte 1”, con un intrépido Tom Cruise.
