En su segundo día en Costa Rica, primer país centroamericano que visita como Miss Universo desde su coronación en El Salvador en noviembre de 2023, Palacios agradeció el "calor latinoamericano" que ha recibido en San José, donde vive parte de la diáspora nicaragüense.
Desde que fue nombrada Miss Universo, Palacios, de 24 años, no ha vuelto a Nicaragua, por lo que resaltó en una rueda de prensa que estar en la vecina Costa Rica le ha hecho "sentir en casa".
Sin embargo, la Miss Universo se abstuvo de hacer comentarios sobre la situación política que vive Nicaragua bajo el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Tras la coronación de Palacios, la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, afirmó que la oposición manipulaba ese triunfo, pues destacaba que la reina de belleza participó en las protestas de 2018.
Aquellas manifestaciones fueron consideras por el gobierno nicaragüense como un intento de golpe de Estado promovido por Washington, que se saldaron, según la ONU, con más de 300 muertos.
Días después del triunfo de Palacios, la empresaria nicaragüense Karen Celebertti, a quien no se le permitió regresar a su país, renunció a la franquicia de Miss Universo en Nicaragua.
A inicios de enero, el gobierno de Ortega expulsó a México al esposo y al hijo de Celebertti, tras casi dos meses detenidos bajo cargos de conspiración, según medios y opositores nicaragüenses en el exilio.
El triunfo de Palacios, la primera centroamericana en ganar el certamen mundial de belleza, motivó celebraciones masivas de los nicaragüenses en las calles, que no se veían desde que quedaron prohibidas las manifestaciones en 2018.