Desde el primer acorde, Graveworm capturó la atención del público. La combinación de potentes riffs de guitarra, letras profundas y la distintiva voz del vocalista, Stefan Fiori, hicieron vibrar el recinto. La banda presentó una mezcla de sus clásicos y temas de su último álbum, provocando una respuesta entusiasta de los fans. Entre los momentos más destacados de la noche, se interpretaron canciones como: Escorting the Soul, Demonic Dreams y A Dreaming Beauty, que provocaron un estallido de emoción en el público.
El ambiente fue electrizante; el mosh pit no tardó en formarse, y la complicidad entre los músicos y el público fue palpable. La banda demostró su maestría musical y su pasión por el metal, dejando en claro por qué son considerados unos de los referentes del género a nivel internacional.
Al finalizar el concierto, los asistentes se mostraron agradecidos y emocionados, muchos de ellos compartiendo videos y fotos en redes sociales, describiendo la experiencia como "inolvidable" y "excepcional". Graveworm, por su parte, se mostró emocionada por el cálido recibimiento que tuvieron en El Salvador, resaltando su admiración por el platillo nacional “Las Pupusas”
El concierto no solo fue una celebración del metal, sino también una muestra del talento y la dedicación de los grupos que enriquecen la escena musical internacional. Sin duda, un evento que quedará en la memoria de todos los que tuvieron la fortuna de asistir.
¡Esperamos ver a todos los fanáticos del rock en futuros conciertos y seguir disfrutando de la música en vivo!