Celebridades como la ex estrella de Disney Lindsay Lohan; la diva del pop Christina Aguilera y la diseñadora de modas Donatella Versace continúan siendo objeto de especulación por sus sorprendentes transformaciones en los últimos meses, generando rumores sobre el uso de sustancias rejuvenecedoras.
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Uno de los nombres más controversiales es el adrenocromo, una sustancia que ha sido vinculada a teorías conspirativas y que, según algunas versiones, tendría efectos regenerativos y antienvejecimiento.
Esta sustancia es un compuesto químico que se forma a partir de la oxidación de la adrenalina. Conocido científicamente como semicarbazona de adrenocromo, su principal uso médico es como agente hemostático, ayudando a disminuir el sangrado capilar en ciertas condiciones.
Aunque no existe evidencia científica sólida que respalde estas afirmaciones, el adrenocromo ha sido asociado a prácticas esotéricas, vampíricas, de canibalismo y ha alimentado historias sobre la élite de Hollywood. Sin embargo, la falta de pruebas concretas y su origen en narrativas ficticias, como las películas “Dr. Sleep” o “The Shining”, lo colocan más en el terreno de la especulación que en el de la realidad.
De las uvas: el resveratrol
Por otro lado, una sustancia con respaldo científico que ha ganado popularidad en los últimos años es el resveratrol, un antioxidante natural presente en la piel de las uvas y ciertas bayas. Promovido como un aliado contra el envejecimiento, esta sustancia se ha convertido en el ingrediente estrella de productos cosméticos y suplementos.En el ámbito de la cosmética, se comercializan sueros faciales que prometen aumentar la síntesis de colágeno, inhibir procesos irritativos y suavizar líneas finas y arrugas. Estos productos buscan aprovechar las propiedades antioxidantes del resveratrol para mejorar la apariencia de la piel y combatir los signos del envejecimiento.
Este compuesto actúa combatiendo los radicales libres y favoreciendo la regeneración celular. Aunque prometedor, los expertos advierten que los estudios actuales no son concluyentes sobre su eficacia definitiva en humanos.
Hollywood y las “sustancias” rejuvenecedoras
Madonna, de 66 años, sorprendió al mundo el año recién pasado, mostrando un rostro más rejuvenecido y menos hinchado en comparación con su presentación en los premios Grammy de 2023. Los expertos en estética afirman que el cambio se debe a una armonización facial, es decir, una bichectomía, entre otros procedimientos.Por su parte, Lindsay Lohan sorprendió al público con una apariencia notablemente rejuvenecida a sus 38 años. Algunos expertos sugieren que podría haber utilizado procedimientos como la luz pulsada intensa (IPL) para mejorar la textura y pigmentación de la piel y para muchos el uso de alguna “sustancia” mágica. La actriz podría haber gastado entre $200 mil y $300 mil.
Sharon Stone, con 67 años, mostró un cambio significativo en su aparición en la entrega de los Globos de Oro celebrados este 5 de enero. La diva de Hollywood se veía notablemente más jóven, con apenas arrugas visibles. ¿Sustancias o cuidado personal extremo?
Otro caso emblemático es el de la diseñadora italiana de modas, Donatella Versace, quien en mayo próximo cumplirá 70 años. La italiana pasó de tener un rostro hinchado y visiblemente operado a mostrar una piel luminosa y una cara visiblemente diferente. Donatella podría haberse sometido a un lifting facial y de cuello para tensar la piel y definir la línea mandibular, así como a la eliminación de rellenos faciales previos para lograr un aspecto más equilibrado.
En el cine
La fascinación por estos procedimientos estéticos a través de sustancias e intervenciones quirúrgicas, no solo se refleja en la vida real; sino también, en la ficción. La película "La Sustancia", dirigida por Coralie Fargeat y protagonizada por la veterana Demi Moore, aborda esta obsesión por la juventud.En la trama, una actriz se somete a un procedimiento experimental que la transforma físicamente, pero paga un alto precio por ello. Con un enfoque en el horror corporal, el filme critica la presión estética en Hollywood y la violencia que se ejerce sobre las mujeres para cumplir con estándares imposibles de belleza. De hecho, la misma Moore de 62 años se ha realizado dichos procedimientos para verse más jóven.
Más allá de las teorías y los tratamientos, los rostros de famosas continúan alimentando la conversación sobre el envejecimiento y los avances en la ciencia de la longevidad. Mientras el resveratrol ofrece una opción ética, el adrenocromo permanece como un mito oscuro que refleja tanto la obsesión cultural por la juventud como la necesidad de cuestionar las narrativas que rodean a las celebridades.
En última instancia, la búsqueda de la juventud eterna sigue siendo un terreno donde la ciencia, la ética y la ficción se entrecruzan, dejando un legado de preguntas sin respuestas definitivas. Lo que queda claro es que la verdadera belleza radica en aceptar el paso del tiempo con gracia, mientras se busca mantener una vida saludable y equilibrada.