El Estado salvadoreño tiene en su poder, provisionalmente, 85 bienes muebles e inmuebles propiedad de una treintena de acusados en el caso Saqueo Público, donde se procesa al expresidente de la República, Mauricio Funes, y el empresario Miguel Menéndez, conocido como “Mecafé”.

Ayer, la Fiscalía General de la República incautó 61 inmuebles más del exmandatario y el empresario, y los entregó al Consejo de Administración de Bienes (Conab), para que los administre mientras el juzgado especializado de extinción de dominio resuelve si fueron obtenidos o tienen inversión de dinero ilícito.

“La totalidad de todos los bienes se encuentran bajo la administración del Conab, esto incluye algunas viviendas, vehículos, ranchos de playa”, explicó ayer el viceministro de Seguridad, Raúl López, quien preside el Conab.

Añadió que hasta ayer en la tarde, la materialización de los 61 inmuebles aún seguía en proceso, pero que la orden de la jueza era que pasaran a la administración estatal.

El pasado 19 de junio de 2018, la Fiscalía General de la República inició el proceso de extinción de dominio en contra de 24 bienes de Funes y los procesados en el caso Saqueo Público, donde también figura su grupo familiar, sus suegros, la ex primera dama Vanda Pignato, y personas que fueron cercanas en su gobierno.

Y el 7 de marzo recién pasado, la Fiscalía presentó la solicitud de extinción de dominio de esos 24 bienes y de 61 más que fueron incautados ayer; dicha solicitud fue admitida el pasado 2 de abril, según confirmó el Centro Judicial Isidro Menéndez.

Sobre los 24 bienes ya incautados, el viceministro de Seguridad, Raúl López, explicó que aquellos como ranchos o viviendas han sido arrendados.

Por su parte, el expresidente Mauricio Funes, asilado en Nicaragua, criticó a la Fiscalía si puede demostrar que hizo transferencias a empresas de Mecafé para adquirir los bienes incautados ayer.

Funes es acusado de desviar $351 millones de la cuenta subsidiaria de Casa Presidencial a cuentas de terceros hasta llegar a cuentas personales y usarlos de forma discrecional en pago de viajes, tarjetas de crédito y bienes suntuosos.