El expresidente francés Jacques Chirac fue el emblema de una Francia independiente y orgullosa, capaz de re-chazar una intervención militar injustificada. Será enterrado el lunes. / AFP


Francia se prepara para rendir un amplio homenaje al fallecido expresidente Jacques Chirac, un “presidente simpático” y cercano al pueblo, cuya figura será ensalzada mañana mediante un ceremonia popular en los Inválidos de París.

Chirac, fallecido el jueves a los 86 años, fue presidente durante 12 años pero alcanzó su mayor popularidad al final de su larga trayectoria política.

“Entra en la historia, y a partir de ahora cada uno de nosotros lo extrañará”, dijo el presidente francés Emmanuel Macron, en un discurso televisado el jueves. Lo calificó de heraldo de una “Francia independiente y orgullosa, capaz de elevarse contra una intervención militar injustificada, cuando rehusó en 2003 la invasión de Irak sin mandato de Naciones Unidas”.

“Todos los que lo amaron podrán venir” a darle su último adiós, explicó su yerno, Frédéric Salat-Baroux.

Centenares de personas acuden desde el jueves por la noche al Elíseo para firmar el libro de oro instalado en el vestíbulo ante una gran foto del ex jefe de Estado, y decir “adiós al presidente simpático”.

El lunes será día de luto en Francia. Ese día presumiblemente el exmandatario será enterrado en el cementerio parisino de Montparnasse, donde descansan los restos mortales de su hija Laurence.

Chirac, que llevaba varios años enfermo, falleció “en paz, sin sufrir” y rodeado de su familia el jueves por la mañana en su domicilio de París, la ciudad de la que fue alcalde durante 18 años (1977-1995) y que supuso un trampolín para llegar al Elíseo en 1995, hasta su salida en 2007.

Con él desaparece una de las grandes figuras de la derecha francesa. La presidencia de Chirac quedará marcada por su “no” en 2003 a la guerra de Irak.