Ubicado a pocos metros de la plaza Libertad en el centro de San Salvador, decenas de personas se acercan para ver qué encuentran: pantallas plasmas, motores de licuadoras, cargadores para celular, computadoras, teclados, artículos para el hogar y una infinidad de cosas que podrían ser útiles.
Los vendedores se sinceran y manifiestan que, la mayoría de cosas son para reparar, y que es “a la suerte” el producto que encuentre en funcionamiento. Los precios de la mayoría de éstos varían, según su estado y marca, pueden ir desde $1, $5 hasta $15 o $20.

Las pantallas plasmas y equipos de sonido son grandes atractivos para encontrar piezas de reparación de los clientes. Foto/Emerson Del Cid

Los controles de consolas de videojuegos oscilan entre los $3 y $5. Foto/Emerson Del Cid

El regateo del precio es una característica esencial de este espacio. Muchos buscan aprovechar la “cachada” del mercado. Foto/Emerson Del Cid.

Los vendedores ofrecen hasta un retroceso en el tiempo con la venta de máquinas de escribir. Foto/Emerson Del Cid

Los vendedores cuentan que muchos productos son rescatados de los trenes de aseo, o recibidos de algún proveedor. Foto/Emerson Del Cid

Baterías y celulares para repuestos se comercializan en gran cantidad. Foto/Emerson Del Cid

Los ventiladores son de los productos que más venden, según los comerciantes. Foto/Emerson Del Cid.

Cafeteras, taladros, bocinas, cacerolas son parte de los productos que se pueden encontrar. Foto/Emerson Del Cid.

Las bicicletas también forman parte del mercado, sus precios rondan de $10 en adelante. Foto/Emerson Del Cid

Los vendedores manifiestan que es su principal fuente de ingresos y de sus familias. Foto/Emerson Del Cid.