“Las zonas con más presencia de agentes es La Campanera y Las Margaritas, solo en La Campanera en total son un aproximado de 400 agentes de seguridad entre soldados y PNC”, explicó un miembro de la fuerza armada a Diario El Mundo.
Entre las tareas de los militares están registrar a civiles y personas ligadas a pandillas, recorrer todos los sectores, sobre todo, los más peligrosos de la zona con vehículos militares blindados, esto ha provocado cierta seguridad en los pobladores.
“La verdad uno se siente seguro, aquí pocas veces pasa algo, aunque se tiene de peligroso aquí, pero como uno aquí vive, nunca le ha pasado nada. Los militares ahí andan de arriba para abajo, en la mañana o en la noche, pero esos bichitos problemáticos, esos que andan por aquí, ya como que llevan tiempo de no andar en la calle”, dijo Gloria Portillo, vendedora de frescos en la colonia La Campanera.
La colonia Las Margaritas es otro de los sectores con mayor presencia militar y policial, los habitantes de la zona parecen sentirse tranquilos aunque lamentan que las cosas podría volver a estar mal cuando el cerco militar ya no esté.
“Mire si se ve más tranquilo, la verdad que aquí eso muchachos andaban sin camisas y mostrando los tatuajes o haciendo señas con las manos; uno la verdad lamenta que una generación se pierda de esa manera, pero ahora que están los militares si está tranquilo, pero en algún momento se van a ir, luego volvemos a lo mismo”, manifestó Roberto Parada, un hombre de 76 años habitante de Las Margaritas.
Marisela Jiménez, de 26 años, se dedica a la venta de tortillas y es madre de dos niños, desde hace más de un mes y medio dice que no ha visto un solo pandillero en la zona, en “una relativa calma”, describe.
Según afirmó un soldado a Diario El Mundo en todo el municipio de Soyapango hay 1,000 soldados y 1,500 policías, además de 40 vehículos militares cuidando la zona.
Soyapango es el primer municipio en aplicar la fase de “Extracción”, la quinta del Plan Control Territorial. / Gabriel Aquino
“Imponer el Estado”.
Ayer, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, sostuvo que el cerco militar está “imponiendo el Estado” en aquellas comunidades donde habitaban las pandillas. “Los gobiernos tenían los famosos municipios santuarios, nos vendieron la idea de perdón y olvido, treguas de sangre, esas recetas de organismos internacionales que solo querían que nunca saliéramos como país de esta inseguridad”, dijo ayer en la entrevista de canal 10.
“Imponer el Estado”.