Morán sufrió un accidente automovilístico en el año 2010, situación que llevó a perder la visión a los 19 años de edad, cuando solo había terminado la educación secundaria y desde entonces aseguró que su vida lleva un rumbo diferente.
“Yo sentí que se había acabado todo porque no conocía que había más alternativas de seguir adelante y cuando uno no tiene el conocimiento que puede seguir estudiando y trabajar uno se siente inútil e inservible, en el sentido que se siente que ya se acabó todo y que ya no se va a poder nada”, recordó el joven.
Morán expresó que el apoyo de la familia fue fundamental para adaptarse a los nuevos retos que representa la ausencia visual, tratándolo de la misma manera previo al accidente.
Retos
El joven señaló que uno de los retos a enfrentar en su nueva realidad fue la falta de conocimientos sobre una educación inclusiva, ya que nunca consideró enfrentar la pérdida de visión.La lectura en Braille fue uno de los desafíos de adaptación, ya que era un nuevo lenguaje y para una persona que nació y creció sin una discapacidad visual, se convierte en un gran desafío, pero no imposible.
Mórán se describió como una persona introvertida en los primeros años de haber perdido la vista; sin embargo, considera que se desenvuelve mejor con las personas, ya que temía sufrir descriminacion.
“En la vida siempre vamos a encontrar limitaciones, pero cuando uno busca las alternativas de poder seguir estudiando y maneras o lugares que uno puede acudir como asociaciones para uno seguir adelante porque la vida sigue”, sostuvo Morán.
Carrera universitaria
Actualmente, el joven cursa quinto año en la carrera de Periodismo en la Universidad de El Salvador (UES) y reconoció que fue a través de la Unidad de Atención para Personas con Discapacidad que logró ingresar a la universidad de manera accesible.El joven expuso que una de las mayores dificultades en la carrera ha sido la desigualdad de docentes, ya que en ocasiones dejan actividades que no están al alcance de una persona con discapacidad visual.
“En el primer año de la carrera un docente me dijo que periodismo no era para un ciego ya que era muy visual y hasta me dijo que no siguiera en la carrera”, recordó Morán.
El estudiante de periodismo mencionó que muchas veces los docentes carecen de empatía para atender a una persona con discapacidad, no solo visual. No obstante, destacó que en lo que lleva de la carrera universitaria ha conocido docentes que son accesibles para enseñar y realizar actividades propias de la carrera y que han sido apoyo para continuar con sus estudios.
“En fotografía el licenciado Ivan Hernández hizo adaptaciones a la cámara para poder tomar fotos y el maestro Alberto Araujo ha sido uno de los pilares fundamentales en la tecnología, ya que él fue el único que adaptó software adecuado para las clases”, indicó.
A Morán le apasiona el mundo de la radio. Actualmente, apoya en la radio YSUES con cápsulas informativas sobre la inclusión de personas con discapacidad y una de sus metas es obtener su título de Licenciado en Periodismo y posteriormente, aspira a laborar en dicho rubro.
Asimismo, expuso que espera estudiar Derecho con el propósito de hacer valer los derechos de las personas con discapacidad, ya que aseguró que se limita a la Ley Especial de Inclusión para poder defender dicho grupo poblacional.
Asociación
La Asociación de Ciegos de El Salvador (Asces) juega un papel fundamental en la reivindicación del sector poblacional ciego y dar a entender que se puede estudiar y enfrentarse a las competencias que da el sistema académico en todos los aspectos y poder competir con el mejor estudiante y desempeñarse en el área laboral.“Se restringe bastante por lo mismo y el prejuicio y la falta de de concientización de que la persona con discapacidad tiene capacidades, si tenemos limitantes para algunas situaciones muy visuales, pero no significa que hay otros puestos que no los podamos desarrollar”, resaltó el secretario de la asociación, Carlos Funes.
Funes proyectó que uno de los planes a futuro de la asociación es que todas las carreras universitarias cuenten con un eje transversal sobre como educar o como tratar a la persona con discapacidad. “Así no tendríamos que estar año tras año, buscando sensibilizar a profesionales porque estos profesionales tendrían una óptima de mayor inclusión”, argumentó Funes.
Cada 1 de marzo se conmemora en El Salvador el día de la persona con discapacidad visual con el fin de concientizar a las personas sobre el tema.